Y a todas estas, ¿qué es el pueblo?

Cerca de un año lleva al aire el noticiero radial Alerta Manizales. Sé de él por la acogida que ha tenido entre los buseteros, que suelen sintonizarlo cuando tantos vamos al mediodía del trabajo a la casa.

No es mi interés entrar al juego fácil de criticarlo porque desconozca los principios más básicos del periodismo, sobre todo el judicial, en el que lo mínimo a lo que se debe atener el periodista es a mantenerle la presunción de inocencia a cualquier detenido. Aquí, en cuestión de segundos, escuchamos sobre un supuesto ladrón: “Rata inmunda, pichurria, sinvergüenza, chichipato, degenerado”. El locutor, en tono de queja y gritando, juzga a los jueces: “¡lo más preocupante es que un juez dejó a este tipo en libertad para que siguiera delinquiendo. ¿En manos de quién estamos? ¿Por qué no mandaron pa’ la guandoca a este sinvergüenza?”.

No es eso, repito, lo que me interesa. Tiende a ser más inquietante aquello que pretende ser el informativo, y que su locutor recuerda a cada rato (gritando, una vez más): “¡el noticiero del pueblo!”.

De ahí la pregunta en el título de este post, que podría también formularse así: ¿qué entendemos, entonces, como pueblo? O, incluso, podríamos ampliar el espectro: ¿Qué es lo popular pues?

Al menos, la respuesta que nos da Alerta Manizales es que el pueblo es una masa que se siente identificada con un aparente lenguaje común, cercano, que le permite captar el mensaje fácilmente.

Es lo que cada programa deja en la atmósfera diariamente. Y no falta, claro está, quien prefiera este formato antes que leer aquellos diarios ladrilludos o escuchar aquellos noticieros aburridos que no se preocupan, precisamente, por informar al pueblo.

Lo que subyace, sin embargo, es una visión estereotipada que no hace otra cosa que concebir al pueblo como una masa bárbara, ignara, básica, simple, que basa su expresión en lo soez. Y claro, algo de eso habrá de ser cierto, pero sin duda es una visión limitada. Es una forma de pensar que, incluso, fomenta divisiones sociales odiosas, si se quiere clasistas.

En resumidas cuentas, una visión tan deliberadamente sesgada que, usted y yo que también hacemos parte del pueblo, sabemos que raya con la falsedad.

Nos hablamos en @chernandezoso