¿De qué nos estaremos perdiendo sin nuestro Hospital Universitario?

El ojo atento, el estudio cuidadoso, la enseñanza y práctica permanente, los métodos y caminos que se labran en conjunto,  la historia que se va edificando y se va alimentando de múltiples visiones, aciertos y errores, el multiverso que se forja en las Facultades de Salud y que debería recorrer a diario los pasillos de su Hospital Universitario.

Son estos los elementos que enriquecen el espíritu humanístico, académico, ético, la pasión que otorga sentido a nuestro quehacer y que cada vez se va alejando más de la realidad. Hoy, en la Facultad de Ciencias para la Salud de la Universidad de Caldas, nos estamos formando sin sentir el alma de aquel noble recinto envuelto por la academia, de aquel espacio de crecimiento permanente y conjunto, no vivimos el día a día, las historias ni progresos  de un Hospital propio y lo más peligroso de todo es que a medida que el tiempo avanza nos vamos olvidando de su vital importancia, de las implicaciones sociales que conlleva el hecho de trabajar en un equipo con sólidas bases científicas por el bienestar de aquellos que tanto lo necesitan, que tanto nos necesitan.

Es inadmisible y vergonzoso que  poco a poco nos adaptemos al problema en lugar de solucionarlo, que  nos estemos acostumbrando a unas condiciones que no permiten responder a las necesidades de una sociedad que exige atención de calidad, un mundo que demanda avances investigativos, tecnológicos, científicos, poblaciones que requieren aliviar sus dolencias pero que no encuentran el espacio propicio,  estudiantes que no podemos explotar la totalidad de nuestro potencial como profesionales de la salud en formación. No es justo modelarnos según este devastador panorama que se queda terriblemente corto.

¿Hasta cuándo continuaremos con la mirada nostálgica de un aniversario más sin nuestro Hospital? ¿Acaso llegamos al punto de resignarnos a su ausencia, de enterrarlo en el olvido? Espero que no y que aceptemos nuestra responsabilidad, ahora son nuestros esfuerzos, ahora es nuestra lucha de largo aliento por nuestra formación y por una sociedad que tanto espera de nosotros.