EQUIPO ECONÓMICO
LA PATRIA | MANIZALES
Aunque existen unas 30 asociaciones en Caldas que se dedican a realizar programas de rehabilitación e inclusión laboral, muchos de los esfuerzos son por separado. Ceder y CRIT entre entidades con mayor recorrido. Carlos Montes (en la foto) es sordo y desde hace 19 años trabaja en el cementerio en Jardines de la Esperanza.
¿Qué tantas opciones se han abierto en Manizales y en Colombia para emplear personas con alguna discapacidad?
Al hacer esta pregunta a algunas asociaciones de discapacidad, Secretaría de Salud, entidades como el Ceder, el Sena, el Centro de Rehabilitación Integral Teletón (CRIT) e incluso agencias temporales de empleo, el primer gesto de los interlocutores es de aprobación, ante la muestra clara de que sí ha habido cambios.
Lo creen firmemente. Hace una década eran pocos los ejemplos.
Sin embargo, luego vienen gestos de duda.
Los visos de emoción que emiten cuando recuerdan experiencias de jóvenes que ingresaron a unas empresas, pasan por ratos a unos gestos de seriedad, o ceño fruncido, cuando recuerdan el duro trabajo que ha significado incluir a personas con discapacidad a una compañía.
Cuando en estas entrevistas los tratamos de resumir en conclusiones como: "esto significa que aunque se han logrado cambios, todavía nos falta más aceptación y un trabajo largo", varios de estos expertos se apresuran a decir: "exacto".
No es que quieran descalificar los avances que se han tenido en los últimos años, sino que para muchos aún estamos en pañales, sin contar la serie de esfuerzos que se hacen por separado.
Para dirigentes como José Irme Calderón, profesional en Trabajo Social de la Universidad de Caldas y magister en Intermediación en Relaciones Familiares, el panorama no es muy alentador.
Este profesional dirige la Asociación de Personas con Discapacidad (ADP) y administra el programa Zona Azul. Es ciego desde hace 15 años, por lo que destaca que ha vivido en carne propia la problemática. "Es muy complicado encontrar empleo, no hay cultura. Sin embargo, no nos podemos quedar encerrados en las casas. Para nosotros es muy fácil sentarnos en la 23 con un coquito a esperar que nos den plata, pero mi dignidad no me la regala nadie, yo me la gano. El trabajo dignifica, pero transformar a todos es muy difícil", manifiesta.
Su concepto lo acompañan otros expertos. Resaltan que a pesar de que hay empresas que contratan a personas con alguna invalidez, hay otras que no lo hacen por creer que no tendrán un buen desempeño.
Su conclusión es que si hoy es difícil conseguir trabajo, basta imaginarse lo que representa esta situación para una persona con discapacidad.
María Gladis Ángel López, gerente de la agencia temporal de empleo Servicol, cree que Manizales tiene mucha industria y genera empleo en un porcentaje alto, pero no hay puestos de trabajo para discapacitados.
En ello coinciden Ximena López, representante de Esfera, y Luz Karime Arias Henao, gerente de Adecco Manizales. Destacan que en este momento no tienen vacantes para personas en situación de discapacidad, ni conocen alguna empresa que los requiera, aunque Adecco adelanta un programa en Bogotá, donde realizan la prueba piloto para ubicar a personas con discapacidades.
De acuerdo con un estudio que efectuó el Departamento Nacional de Estadísticas (DANE), se estima que en Colombia cerca de 6,4 personas por cada 100 tienen alguna discapacidad, lo que equivale a unas 3 millones.
En Caldas la situación es similar. Los reportes al 2010 indicaban que la región contaba con unas 16 mil 602 personas identificadas, y de ellas solo en Manizales había unas 7 mil hasta ese momento.
Los reportes a marzo estiman que ya existen unas 19 mil 779 personas con limitación, de las cuales 10 mil 410 están en Manizales.
En lo que respecta a cifras de ocupación los datos son más abstractos. Se estima que en Colombia cerca del 54% de las empresas vincula personas con alguna discapacidad, aunque según las mismas asociaciones, determinar los reportes de cuántas están trabajando es complicado, como quiera que en muchas ocasiones se relacionan con trabajos informales y otras condiciones de subempleo, en las que solo están en una situación de rebusque.
En Caldas y en Manizales son más imprecisas, excepto por los reportes que entregan algunas entidades como la APD, destacada por ser reconocida fuente de empleo para estas personas en la ciudad, a través de programas como el de Zona Azul.
Solo ahora se adelanta un registro y localización de las personas con discapacidad a través de un aplicativo web único a nivel nacional, y en el caso de Caldas se inició la prueba piloto con Manizales y Riosucio.
La Ley 361 de 1997 estableció beneficios tributarios y parafiscales para las empresas que vincularan personas en discapacidad.
Sin embargo, su impacto no ha sido muy notorio y no hay cifras consolidadas de la población que se ha beneficiado.
En medio de todo, la mayor ventaja en Colombia, y en especial en Caldas, es que hay más luz al final de túnel. Para las entidades consultadas, hoy se puede decir que hay un rumbo más definido, partiendo de la base de que además de entidades que apoyan los programas de rehabilitación, tanto cognitivas como físicas, se trabaja en programas de inclusión laboral, para lograr que las personas no solo superen su limitación, sino que además sean productivas.
Alba Patricia González, directora del CRIT, coincide en que el objetivo es trabajar más integrados, pues una persona con discapacidad no incluida laboralmente, no beneficia a una asociación, sino a la sociedad, por lo que no importa quien lo haga.
Adriana Arango Gómez, directora del Ceder, resalta que aunque durante 50 años la entidad ha prestado un servicio importante de rehabilitación en Manizales, se ha comenzado otro camino en lo que tiene que ver con la inclusión laboral. "El ideal es que las personas con discapacidad estén incluidas, para eso falta un camino arduo de sensibilización, comprensión y apertura".
Parte del trabajo ha sido romper algunos paradigmas, como que contratar personas con discapacidad será una carga laboral.
No es así. Resaltan que en la larga experiencia que han tenido y en el proceso de adaptación, y seguimiento que les hacen, casi indefinido, se han dado cuenta de sus ganas y tesón por trabajar, pese a las limitaciones.
Otra tarea que falta es integrar o articular los diferentes programas.
En la región existen por lo menos 30 programas y entidades de rehabilitación, pese a lo cual la falta de comunicación o el trabajo por separado hace más difícil identificar la población y su acceso al mercado laboral.
Cada una ha logrado hechos importantes, y aunque en Colombia el tema de la inclusión y respaldo a los discapacitados es un reto, las diferentes asociaciones destacan que la ciudad es líder en políticas públicas de atención a esta población y ha desarrollado programas para la rehabilitación social e integral de discapacitados físicos y mentales.
Para el secretario de Salud de Manizales, Carlos Humberto Orozco Téllez, lo más importante es articular los procesos.
Junto con la Secretaria de Salud se trabaja hace unos tres años en la campaña de sensibilización de inclusión laboral, con el fin de mostrarles cuál es el proceso y que quiten un poco sus miedos y comprendan que, después de un proceso de rehabilitación, no solo se les puede exigir ser competitivos y eficientes, sino convertir esta alianza en un gana-gana.
Aún así, en un sondeo hecho por LA PATRIA entre 20 empresas de Manizales, se demostró que solo una compañía tenía personal con discapacidad, en su mayoría porque no conocían los procesos.
El Ministerio del Trabajo destaca que en los últimos meses se ha visto más interés, luego de una circular que expidió en la que se dice que las empresas que tengan discapacitados en su nómina tendrán prevalencia a la hora de que se presente un desempate en procesos licitatorios.
De acuerdo con Orozco Téllez, hay que reconocer que aún no se ha logrado la transversalidad en todos los programas que se trabajan desde las diferentes secretarías de la Alcaldía. "Estamos buscando articular todos los procesos y todos los propósitos”.
Resaltó que, por ejemplo, el año entrante esperan abrir la Oficina del Discapacitado, en la que se podrá encontrar información y programas que se realizan en la Administración. "Vamos avanzados en la política del discapacitado, lo que falta es integración y visibilizar cada uno de los proyectos".
La integración al trabajo no es el único paso que se tiene que dar. Según los expertos, el problema es que aún no somos conscientes de que falta mayor inclusión social y familiar, pues la mayoría contempla estos casos como una enfermedad y no como una condición permanente o transitoria.
Para los dirigentes, aunque se podría decir que a veces los avances parecen caminar en muletas, sí es claro que no se están dando pasos de ciego para reconocer el verdadero papel y la preponderancia de las personas con discapacidad en Colombia.
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