El interés de actuar frente a la enfermedad es un asunto mundial y Colombia no se escapa. No precisamente por la mortalidad que representa sino por el deterioro en la calidad de vida y sobre todo, por la posibilidad de prevenirla.
Las cifras hablan por sí solas. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 61 millones de personas viven con diabetes en las Américas, más del 80 por ciento de las muertes se registran en países de ingresos bajos y medios, y según proyecciones de la OMS, la diabetes será la séptima causa de mortalidad en el año 2030. Además, señala Liliana Orozco Villegas, medica diabetóloga, que esta enfermedad está causando un muerto en el mundo cada seis segundos.
Entonces, ¿es para preocuparse o no? Y saber que todas estas estadísticas se pueden reducir tan solo teniendo un estilo de vida saludable.
La enfermedad
La diabetes, como se cree popularmente no es tener azúcar en la sangre pues todos las necesitamos para poder vivir. La diabetes mellitus es un aumento en esos niveles de azúcar que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce.
Según la OMS, “la insulina es una hormona que regula el azúcar en la sangre. El efecto de la diabetes no controlada es la hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre), que con el tiempo daña gravemente muchos órganos y sistemas, especialmente los nervios y los vasos sanguíneos”.
La enfermedad tiene varias clasificaciones. Las más comunes son la diabetes tipo 1, tipo 2 y gestacional. De la tipo 1 aún no se conoce la causa del origen. La 2 sí es prevenible y entre las razones para que se presente están el peso corporal excesivo y a la inactividad física. La diabetes gestacional es la que aparece durante el embarazo, estas mujeres corren mayor riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo y el parto, y de padecer diabetes de tipo 2 en el futuro.
Por tener la posibilidad de prevenirla es que el mundo se mueve hoy contra la diabetes mellitus tipo 2 y busca generar conciencia sobre la adopción de hábitos de vida saludable.
“La diabetes tipo 2, la forma más común de la enfermedad, puede prevenirse o retrasarse su aparición, pero la falta de conocimiento acerca de las medidas de prevención están generalizadas”, señaló Alberto Barceló, asesor regional en Diabetes de la OPS/OMS.
Se considera que la enfermedad puede ser asintomática durante muchos años y entre los síntomas más comunes están la pérdida de peso inexplicable, excesivo en muy poco tiempo, sed insaciable que en las personas mayores se puede manifestar como boca seca o amarga, hambre insaciable, micción frecuente y con mucho volumen, orina espumosa por la cantidad de azúcar que tiene y en ocasiones, puede ser turbia y fuerte.
“Se sabe que más o menos 7 a 10 años antes de aparecer los síntomas ya se tiene la enfermedad, simplemente, no se ha diagnosticado. Esa es la razón por la que las personas deben hacerse chequeos periódicos sobre todo, aquellos con factores de riesgo”, dice Orozco.
Entre estos últimos están la obesidad o el sobrepeso, tener familiares diabéticos en primer grado de consanguinidad, haber tenido diabetes gestacional o bebés que hayan excedido los 4 mil gramos de peso al nacer. Otro factor de riesgo son las personas que tienen tratamientos con corticoides -se usan muchas veces en los gimnasios para ganar masa muscular-, los que se usan para trasplantes de algún órgano o quienes tienen una enfermedad que necesita esteroides para el tratamiento”, dice Orozco.
Y un dato final para abrir los ojos, según las Naciones Unidas la residencia urbana está asociada con 2-5 veces más riesgo de diabetes que en zonas rurales. El 64 por ciento de las personas con diabetes en el mundo viven en zonas urbanas. Esto significa que vivir en las ciudades aumenta en un 70 por ciento el riesgo de padecer diabetes.
Entre las consecuencias que puede presentar un paciente al tener un mal control de esta enfermedad, la diabetóloga señala retinopatía diabética, daño renal que puede llevar a diálisis, amputación en extremidades por daño en vasos sanguíneos y nervios, infartos de miocardio, daño en diferentes órganos, gastropatía diabética (los pacientes no tienen buena digestión y presentan problemas de vómito, estreñimiento, diarrea). También se habla de pérdida de los dientes es decir, enfermedad periodontal, gingivitis (las encías sangran) y son personas más susceptibles a presentar infecciones.
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