Redacción/Q'HUBO
Don Luis* despertó en una vía a orillas del mar Caribe, en Cartagena de Indias. Lo acompañaba un anciano. O mejor, él seguía al anciano.
No estaba dormido ni de paseo. Los dos iban por ahí, pidiendo dinero a los turistas. Cuando no había plata, comían sobras y dormían en la calle. Luis hacía todo lo que le decía el abuelo. Se vio sucio, maloliente y barbado, pero le pareció normal.
De pronto, sobresaltado, recordó quien era. Fue en la tarde del viernes 18 de enero de 2013. Se lo contó al anciano. “Ya sé quien soy, me acordé. Voy a llamar a mi esposa”. Cogió unas monedas e intentó comunicarse con ella vía celular.
“Sistema correo de voz...”. Hizo muchos intentos, pero no pudo entablar conversación.
Al día siguiente, sábado, pudo hacerlo. La señora estaba en una carnicería al norte del Valle de Aburrá, en un municipio antioqueño donde viven con sus tres hijos. Le dijo que estaba en Cartagena y que no sabía cómo había llegado hasta allá. Que un señor se lo encontró vagando, como sonámbulo, y lo cuidó todo ese tiempo, casi ocho días.
Su familia fue hasta la Terminal de Transporte y pagó el pasaje para que él pudiera regresarse. Ese sábado salió en la noche y llegó a Medellín en la mañana del domingo.
“Este es”
Al lunes se reportó en la empresa para la cual trabaja. Luego se realizó unos exámenes en Medicina Legal. Salieron positivos para escopolamina. Lo incapacitaron 23 días, poco tiempo para recuperarse, pero suficiente para contar lo que pasó aquel martes 8 de enero.
A las 9:45 de la noche, Luis salió de su casa recién alquilada con la idea de pedirle a un amigo que le prestara para el arriendo. Caminó cuatro cuadras y se sentó en la silla de un negocio que está a un costado de la doble calzada que lleva al Hatillo, en Barbosa (Antioquia), vía que conduce a la Costa Atlántica, mientras llegaba la hora del encuentro con quien le iba a facilitar la plata.
De pronto, dos hombres descendieron de un vehículo gris y se le acercaron. “Este es”, dijo uno de ellos que se aproximó y le sopló algo en la cara. No recuerda más. Solo que despertó días después sucio y barbado en Cartagena.
“Me tiraron escopolamina, pero yo creo que me confundieron”, intentó explicar Luis. La Fiscalía investiga el hecho apoyada en videos de cámaras que hay cerca del sitio donde fue raptado y versiones de testigos.
Escopolamina
Infame y delicado fue lo que le sucedió a Luis. Y con todo eso, salió bien librado. A otros les ha ido peor. Han perdido dinero, dignidad, un órgano y hasta la vida.
Ubier Gómez Calzada, médico toxicólogo clínico del hospital San Vicente Fundación, sostuvo que estos casos los conoce su dependencia unas dos veces por mes, pero que pueden ser muchos más y explicó con un ejemplo reciente lo que sucede con la estadística.
El viernes 15 de febrero, en horas de la mañana, a una jovencita un sujeto le arrojó una sustancia en la cara. Horas más tarde resultó semidesnuda en un motel. Ella ingresó con el tipo, parecía despierta, pero no lo estaba. La abusaron sexualmente.
Le ordenaron un examen de sangre, pero se requería de orina, que es el método correcto para saber si una persona se ha intoxicado con escopolamina.
“Y debe hacerse dentro de las 12 horas siguientes al hecho. Lamentablemente muchos médicos no utilizan bien la técnica. No identifican síntomas. Por eso no hay registros, no hay estadísticas. Medicina Legal de pronto las lleva, pero solo conoce casos donde hay demandas”, expuso Gómez.
Asimismo, con una droga que no diremos cuál es y que se consigue fácil se logra un efecto similar al que produce la escopolamina. Al ingerirla, la persona pierde la voluntad, no sabe lo que hace y obedece sin objetar durante tres horas. “Das tu nombre, tu número de cuenta, tus teléfonos. La suministran en tinto, cerveza o dulces. Lo grave es que muchos han sido víctimas, pero no lo saben. Y los que se enteran, no lo denuncian. Hay que tener mucho cuidado”, indicó el toxicólogo.
Uso recreativo
Los arboles de cacao sabanero son fáciles de detectar en Caldas. Es frecuente verlos alrededor de los campos deportivos, en huertas caseras o a orillas de los ríos adornando el paisaje con sus flores alargadas.
Por los síntomas que produce, que son como una 'traba' o una borrachera, los jóvenes lo consumen de manera recreativo.
Frente a esta sustancia la legislación no puede hacer mucho. Mario Acevedo, fiscal de la Unidad de Estupefacientes, señala que "los estupefacientes, desde el punto de vista ontológico, son las sustancias que producen efectos como estupor, sueño, euforia, entre otros. Ahí está la escopolamina. Sin embargo, en las convenciones internacionales no aparece ésta para ser judicializada su posesión, así como lo es con la cocaína”.
Según el Fiscal, la única forma para que el porte de este tipo de alucinógenos pueda ser punible es “cuándo se usan para reducir la voluntad de las personas y así puedan ser objeto de violaciones o algún delito contra el patrimonio. Eeso se sanciona como un delito que se llama posesión de sustancias, que está en el Código Penal”.
Aunque las repercusiones por el consumo de este alucinógeno son conocidas , aún no es punible. Las medidas para su control son escasas, pues es fácil encontrar esta planta en el jardín de una casa.
*Nombre cambiado. Con información de Q'HUBO Medellín
Cómo evitar ser víctima
1 No reciba bebidas ni alimentos de personas desconocidas por más confiables que parezcan. Tampoco acepte regalos.
2 No asista solo a eventos o sitios públicos. Piense siempre que alguien lo está mirando o acechando. Así estará alerta a cada momento.
3 No acepte cigarrillos, chicles, dulces, volantes, llaveros o cualquier elemento que le entreguen en la calle. Pueden estar impregnados con tóxicos.
4 En un sitio público nunca deje la mesa con bebidas o alimentos sin vigilancia. En un bar, si es posible, lleve el vaso con usted.
5 Si va en grupo, entre todos nombren un ‘vigilante’ para que esté atento de pertenencias y bebidas. Cuidado y autocuidado son claves.
6 Si toma un taxi, pídale a un conocido que apunte las placas del vehículo. No se suba a un carro particular de un desconocido.
7 Manténgase alerta tanto en sitios solitarios como concurridos. Si va a un local con cámaras, hágase donde lo pueda captar una de ellas.
8 No lleve mucho dinero consigo. Procure hacer compras electrónicas. No se llene de paquetes. No confíe a nadie la clave de su tarjeta.
9 Pida acompañamiento policial si va a retirar grandes sumas de dinero. Aguarde a la patrulla. Es mejor esperar que lamentar.
10. No permita que personas extrañas entablen conversación con usted. Si lo hace, procure que no estén cerca o que lo toquen.
Cifra
36 horas dura la escopolamina en el cuerpo. Pero sus efectos pueden durar un mes o más.
Cifra
2 casos de personas intoxicadas con escopolamina ha registrado La Dorada en este mes.
Para tener en cuenta
Los expertos dicen que una persona intoxicada con escopolamina presenta piel seca, roja y caliente, las pupilas grandes, la boca seca, palpitaciones aceleradas, somnolencia y la agitación. A menudo, los delincuentes reemplazan la escopolamina con benzodiacepinas que suministran hábilmente en vehículos de transporte público, eventos deportivos, instituciones bancarias, centros comerciales, discotecas o lugares de recreación.
Después de recuperarse, una persona víctima de escopolamina, burundanga o cacao sabanero tiene cuadros de flash back, es decir, pierde momentáneamente la razón y empieza a vivir por segundos eso que no recordaba. Se traslada a ese momento con todos sus sentidos, habla y actúa como si estuviera en ese sitio. Parecerá loco, hablará incoherencias, interactuará con algo que no existe y de repente, vuelve en sí.
Advierten que muchas mujeres son violadas porque en discotecas, principalmente, las drogan, pierden el sentido, se las llevan, las abusan, las devuelven al sitio sin que nadie se percate.
Ellas despiertan al momento y creen que estuvieron todo el tiempo allí.
Casos recientes en Caldas
Al igual que la historia de Don Luis, a Cristian Camilo Prada Moreno lo intoxicaron con escopolamina y cuando pudo recordar quién era estaba en Riohacha (Guajira). El hombre de 31 años vive con su mamá en La Dorada (Caldas) y en la noche del pasado 21 de febrero salió de su casa hacia Puerto Salgar a reclamar el sueldo. Desde esa noche no supieron de él hasta el 2 de marzo cuando llamaron desde el norte del país para decirle a la mamá que a Prada Moreno lo habían encontrado hecho un indigente en un parque de la capital guajira.
Una vez de regreso a su hogar en el barrio San López del puerto caldense, a Cristian Camilo le hicieron exámenes que salieron positivos por escopolamina.
Un muerto
Curiosamente, el mismo día en que Prada Moreno regresó a su casa tras estar perdido por la burundanga, el investigador del CTI Javier Rangel Cosme fallecía en el Hospital San Félix de La Dorada, producto de un infarto que al parecer le produjo una sobredosis de escopolamina.
Al hombre lo encontraron esa tarde "con comportamientos como de loco" por el barrio Laureles. Testigos del hecho cuentan que hablaba incoherencias, estaba semidesnudo y que se le tiraba a los carros.
Rangel Cosme, oriundo de Barranquilla, entré en crisis luego de que unos patrulleros lo llevaron al centro asistencial para que lo atendieran. Minutos después murió
Compañeros del investigador contaron que este se encontraba de servicio en la noche del sábado y que estaba realizando una investigación cuando le perdieron el rastro. Se cree que lo abordaron los delincuentes cuando retiraba su salario.
Intoxicado en Pácora
El pasado fin de semana varios jóvenes en el parque de Pácora cogieron a la fuerza un niño de 12 años y lo forzaron a tragar la fruta del cacao sabanero. Para colmo de males, lo aporrearon con palos y lo dejaron abandonado.
Cuando sus familiares lo encontraron, el menor de edad no recordaba nada. Cuentan que deliraba, que no reconocía a sus padres y hermanos, por lo que lo llevaron de urgencia al hospital Santa Teresita del municipio, donde comenzó un tratamiento de desintoxicación.
Tras 36 horas de estar en trance, el niño recobró la conciencia y - aunque temeroso - regresó al colegio. Sus padres señalan que amerita un tratamiento psicológico a la menor brevedad, tanto por la sustancia que consumió como por el matoneo al que está expuesto.
La mamá del niño está muy preocupada, pues lo que le sucedió a su hijo le puede suceder a otros. La semana pasada acudió la comisaria de familia de la localidad para denunciar los hechos, pero solo hasta el jueves pudieron
atenderla, pues el resto de la semana no estuvieron despachando.
No olvide
No hay una sustancia específica considerada como burundanga. Se ha denominado así a cualquier hipnógeno capaz de controlar una víctima con el fin de cometer ilícitos.
Trance maligno
Una vez que la escopolamina ingresa al cuerpo provocará su máximo efecto, con una duración de 1 ó 2 horas, para posteriormente eliminarse lentamente.
La víctima estará en un estado de pasividad y en " actitud complaciente", como de trance, que aprovecha el delincuente para robarle e inducirle a realizar acciones que pueden lesionarle física, moral o económicamente.
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