Según Alejandro Gaviria, ministro de Salud, hoy los colombianos tienen que asumir, en torno a la discusión sobre la reforma a la salud, la decisión de tomar un camino donde es necesario renunciar a unos principios para acoger otros.
El ministro reconoció que este no es un tema fácil y que la sociedad lo debe discutir francamente. "Esto es un ejercicio político, no tecnocrático", señaló.
Las declaraciones se dieron en un debate organizado por la universidad Jorge Tadeo Lozano, en memoria del exministro Juan Luis Londoño, quien falleció hace diez años.
Gaviria realizó un rápido balance de la Ley 100, en el que manifestó que históricamente la salud ha tenido un proceso acelerado en el país, en donde se han tenido avances en la cobertura y en el acceso a este servicio, especialmente por parte de los más pobres.
Asimismo, el jefe de la cartera de Salud fue enfático en señalar que no se puede hablar de un colapso en el sistema de salud colombiano, cuando los principales indicadores no han caído. Además, Gaviria resaltó que se han presentado ganancias en el acceso, la equidad y la protección financiera.
Expresó que es consciente de los problemas en la calidad de los servicios, en su baja frecuencia y en los altos costos que presentan. También dijo que hay una fragmentación en el sistema de salud, que obliga a los usuarios a desplazarse de una región a otra para poder acceder a la atención que necesita.
Gaviria añadió que ha habido problemas en el flujo de recursos dentro del sistema de salud, en parte por la negligencia de los gobiernos y por casos de corrupción que se han presentado.
La propuesta del Gobierno
Resaltó que el financiamiento es el principal problema que se debe resolver en un mediano plazo para garantizar la sostenibilidad del sistema. En este punto, recalcó que se espera que con la reforma tributaria se obtengan mayores recursos y aseguró que si se cumplen las estimaciones del Gobierno, el gasto para la salud aumentaría.
Dentro de la reforma que se presentará, como lo ha dicho en anteriores oportunidades, se propone crear un fondo único, controlado por una entidad estatal, con personería jurídica, que esté vigilada por la Superintendencia Financiera.
Este fondo sería el encargado, por ejemplo, del recaudo de las EPS del régimen contributivo. El Ministro de Salud aclaró que esta entidad no sería un asegurador público, ni se repetirían los errores del pasado. "No va a ser el Seguro Social otra vez. No es un súper Caprecom. Qué miedo un súper Caprecom", señaló.
Gaviria explicó que uno de los objetivos de la reforma es acabar con la desviación de recursos que se giran a la salud, que haya un mayor control sobre el recaudo, que la operación se simplifique y el Estado pueda tener mayor información y más claridad respecto a los gastos que se hacen en salud.
También añadió que se buscarán establecer mecanismos de actualización para los planes de beneficios, lo que permitirá mayor continuidad en la atención y más certidumbre en el cubrimiento.
Balance a la ley 100
En medio del foro, el médico Óscar Bernal, experto de la Universidad de los Andes, expresó que el sistema de salud colombiano ha avanzado en afiliación y, si se miran los últimos 15 años, las consultas se han triplicado. No obstante, pese a que dijo que era difícil hacer un balance a la Ley 100, debido a que se ha modificado en varias oportunidades, señaló que la salud tiene barreras de acceso y existen deudas en la calidad y en los aspectos de prevención y promoción.
Asimismo, mencionó que existe un problema en la estructura del sistema, puesto que no existe un órgano rector organizado y hay deficiencias en la vigilancia y el control. "Hay múltiples actores, sin funciones claras.
Tiene una organización compleja que es difícil de entender", dijo el doctor Bernal.
Por su parte, el galeno Francisco Yepes, profesor de la Universidad Javeriana, consideró que la salud tiene una "crisis multisistémica", en donde fallan asuntos como la financiación y la organización. Además, a diferencia del Ministro, aseguró que sí existe una crisis en la salud pública y que por ello es necesaria una reforma integral que busque mejorar la salud y no su financiamiento.
Yepes expresó que el pago anticipado a las EPS está "sin control" y que existe "negligencia y complicidad" de parte del Estado ante las deficiencias del sistema. "Hay varios análisis críticos a los que no se les pone atención", agregó.
Olga Acosta, miembro de la oficina de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), resaltó que, pese a sus deficiencias, la Ley 100 ha permitido reducir las brechas en los más pobres y en las áreas rurales, aunque persisten vacíos en el aseguramiento y en el acceso a la salud.
Acosta resaltó que el sistema no tiene legitimidad dentro de la población, lo que en parte impide que sea sostenible. Además, mencionó que es necesario superar la fragmentación del servicio y que tenga mayor igualdad.
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