Ligia Inés García, docente de la Universidad Autónoma de Manizales y coordinadora de la Maestría en Enseñanza de las Ciencias.

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Ligia Inés García, docente de la Universidad Autónoma de Manizales y coordinadora de la Maestría en Enseñanza de las Ciencias.

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Ligia Inés García, docente de la Universidad Autónoma de Manizales y coordinadora de la Maestría en Enseñanza de las Ciencias, habló este miércoles con LA PATRIA Radio sobre  la conmemoración del Día del Maestro y la labor y los retos de la docencia. Esto dijo: 

¿Cuál es el rol de los maestros actualmente?

Soy una maestra orgullosa. No fue como pasa en algunos casos que es por accidente. Desde mi formación normalista empezó este proceso. En este momento pensar en la docencia y ser maestra es pensar en un campo con grandes desafíos y retos. Donde se requieren transformaciones permanentes del maestro. Eso implica actualizaciones y tener que estar estudiando porque la demanda de la sociedad nos hace cada vez más reconsiderar o configurar de maneras diferentes. Ya no somos el maestro erudito porque esa información ya está en otros medios y más al alcance. Entonces requerimos un maestro que cuestione y ponga a pensar a  sus estudiantes y genere procesos de razonamiento, argumentaciones y resolución de problemas y promueva el desarrollo del pensamiento crítico 

¿Este aprendizaje constante de los maestros también incluye el regreso a la parte humanista de la docencia?  

Me apasiona este tema de la educación emocional. Paradójicamente volver a lo humanístico, cuando esta es una profesión esencialmente humana. Uno se pregunta cómo es posible volver a eso que es nuestra esencia, pero sí. Necesitamos dos cualidades: 

Primero lo que tiene que ver con el pensamiento crítico y abordar este proceso desde unas relaciones interpersonales cálidas. Hablar de la enseñanza cálida inmediatamente nos acoge. Esa es la educación que tenemos que trabajar y no es que el maestro se vuelva el psicólogo del aula, que es la preocupación del maestro, sino simplemente desarrollar tres principios: 

  1. Un saludo con chequeo emocional. ¿Cómo están mis estudiantes? y ¿cómo nos sentimos?
  2. Un momento de atención plena y relajamiento para aquietarse. 
  3. Terminar nuestras clases con una despedida optimista.

Uno a veces ve en las aulas de clases que un profesor termina con un regaño o con una tarea. Terminan los estudiantes y el profesor abrumados y eso no facilita la entrada del próximo docente o que el estudiante se sienta bien. 

El mundo está poniendo un reto duro a los profesores. ¿Cuáles serían lo que han identificado que debe tener un maestro para adaptarse a los tiempos modernos? 

Yo creo que hemos asumido los retos como una carga para el maestro. Una de las mayores cualidades que tenemos que tener hoy es la apertura a lo que vaya llegando sobre este mundo tan cambiante y una apertura con sentido crítico. No es aceptar la llegada de la inteligencia artificial y entonces incluirla en la clase, sino pensar de qué manera lo vamos a hacer. La apertura es una actividad fundamental. 

Otro aspecto es la metacognición. La reflexión sobre los procesos cognitivos. Un maestro debe ser reflexivo sobre su proceso de enseñanza. Es decir, debería terminar su clase y pensar qué pasó en mi clase, qué ocurrió con mis estudiantes, qué no funcionó, qué podría mejorarse. Para que el aula fluya porque eso necesitamos. Que no tengamos estudiantes pasivos, siendo tan activos en otras  cosas porque están esperando lo que el profesor diga. 

Escuche la entrevista completa aquí: