El diestro retirado José María Manzanares murió ayer repentinamente en su finca de la provincia de Cáceres, a los 61 años. Durante tres décadas de carrera fue de los mayores referentes del toreo clásico de más calidad.
Nació en Alicante (España) el 14 de abril de 1953, hijo del banderillero Pepe Manzanares, de quien heredó el apodo. José María Dols Abellán, su verdadero nombre, aprendió desde muy niño los fundamentos de la tauromaquia.
Debutó de luces en la plaza de Andújar en 1969, vistiendo un traje blanco y plata que había sido de Palomo Linares, y comenzó un rápido ascenso que lo situó como figura de los novilleros, junto al gaditano José Luis Galloso, y que culminó con su salida a hombros en su presentación en Las Ventas, el 6 de junio de 1971.
Tomó la alternativa en Alicante, de manos de Luis Miguel Dominguín y en presencia del Viti, que le cedió la muerte de un toro de Atanasio Fernández, al que Manzanares cortó el rabo.

Altibajos
Su larga carrera estuvo marcada por altibajos, desde sus grandes triunfos en Madrid a finales de los 70 que lo pusieron en cabeza del escalafón, hasta el anuncio de la que fue una breve retirada en 1989.
Autor de faenas memorables en todo ese tiempo, especialmente en Sevilla, plaza en la que fue de los toreros predilectos. Manzanares sufrió duras campañas en su contra de la prensa taurina radical.
Reapareció en el invierno siguiente. En 1993 logró su cuarta salida a hombros en Las Ventas, después de 13 años sin pasear una sola oreja a pesar de ostentar, con 61, el récord de actuaciones en el coso madrileño.
Tras una nueva despedida en el 96 volvió a torear en el 2000, para retirarse definitivamente el 1 de mayo del 2006 en la Maestranza de Sevilla, donde su hijo, del mismo nombre y también matador de toros, le cortó la coleta.

Obsesión
Heredero estilístico de los grandes clásicos de los años 50 y 60, y en especial de Antonio Ordóñez y Paco Camino. Manzanares fue el mayor referente del toreo de calidad durante los años de la transición política española, pero su desgano competitivo le impidió llegar tan arriba como los modelos que guiaron su concepto.
Su verdadera ambición personal, la que lo convirtió en un icono del toreo de finales del siglo XX, se centraba únicamente en el sentido artístico de la tauromaquia; obsesionado, no sin cierto narcisismo, por la profundidad y la perfección técnica y estética, concebidas como un fin y no como un medio.

Ejemplo
Con una férrea disciplina interna, oculta tras su aire y actitud bohemia, José María Manzanares fue de los toreros más deslumbrantes de las últimas décadas, siempre ajeno a modas y exigencias comerciales.
Al margen de su relación de amor y odio con Las Ventas, de las campañas en contra de cierta parte de la crítica, de sus constantes cambios de apoderamiento y de sus demonios internos, su clase y su virtuosismo técnico hicieron de su clásico estilo mediterráneo, de su forma de hacer y decir el toreo, un espejo donde se han mirado varias generaciones de toreros.

Pesar

Sus hijos Ana María, Yeyes, Manuel (rejoneador) y Jose María (torero) comunicaron que su padre falleció por causas naturales, en su finca, donde residía. "Su familia recuerda al maestro, que forma parte ya de la historia más grande de la tauromaquia, pero sobre todo al padre cariñoso y cercano que fue. Nada hacía prever este fatal desenlace, pues ayer -lunes- se despidió de su hijo antes de partir a México, e incluso habló con sus nietos. Se ha ido una gran persona".

Recuerdos

Taurinos en Manizales recordaron los mejores momentos del matador José María Manzanares, quien participó en varias  temporadas de toros de la Feria.

Gloria Cecilia Betancurt
Se me quedó grabado su toreo de hace 20 años, las chicuelinas y las verónicas, que fueron algo distinto, con un toque muy personal. Fue un verdadero artista que hacía soñar al aficionado taurino, lo hacía vibrar y gritar los olés con el corazón.

Luis Bernardo Gómez Upegui
Se caracterizó por la elegancia de su estilo, sus maneras suaves y armónicas. Fue un torero extraordinario con la muleta, muy buen estoqueador. Hijo de banderillero, con un hijo torero; venía de una dinastía de toreros.

Juan Carlos Gómez Muñoz
Fue una gran figura de la tauromaquia. La última vez que lo vi torear fue hace nueve años en la Feria del 2005, en un mano a mano con César Rincón. Fue un torero muy importante para Manizales, estuvo presente en muchas ferias.