El realismo mágico de Luis Antonio de Villena

ALEJANDRA CASTAÑO ALZATE

LA PATRIA | MANIZALES

Él es narrador, ensayista, crítico literario, traductor, colaborador en periódicos europeos, ha participado en radio y televisión… y deja claro que prefiere que le llamen poeta. “Mi poesía es la parte fundamental de mi obra, aunque he hecho ensayo, novela, cuento y no mucho más”.

¡Sí, muchísimo más! A los 12 años, en el colegio, sintió la necesidad de escribir. “Había leído un manual de mitología griega y quise hacer algo parecido. Naturalmente, no pude en ese momento porque carecía de conocimientos”.

Publicó Sublime Solarium, su primer libro de poemas, a los 19 y todo lo que había escrito antes, lo rompió. “Pasados unos años, por nostalgia y cariño, esos textos se pueden tirar. Quien aspire a escritor tiene que conocer la literatura de su idioma y después otras. Habrá cosas que le gusten y sin querer empezará a imitar. Lo que usted haga como imitación no es bueno, pero es un ejercicio insustituible. Sin este, nunca se aprendería el oficio de la literatura”.

Se excomulgó

Dice que es devoto de dioses como Júpiter, Juno, Zeus o Atenea, aunque lo bautizaron en la Iglesia católica. “Estudié en Madrid en un colegio de curas, del que salíamos con un nivel de cultura alto. Sin embargo, ellos estaban empeñados en hacernos católicos a la fuerza. Teníamos que ir obligatoriamente tres días a misa y uno a confesión. Muchos terminábamos cansados de esa religión impuesta y llena de pecados que parecían tontos porque si yo soy capaz de perdonarlos, ¿cómo no los va a perdonar Dios? Salí de allí y nunca más me interesó el mensaje católico”.

Seguidor del papa

A Jorge Mario Bergoglio lo sigue y lo mira con curiosidad intelectual. Manifiesta que Benedicto XVI invitó a los católicos a regresar al siglo XVIII y por eso le salieron mal las cosas. “Mantenía metido en una burbuja de vidrio y no se daba cuenta en dónde estaba. En Europa se decía que el número de católicos practicantes había disminuido”.

Afirma que intentaron la operación contraria cuando eligieron al argentino, después de la renuncia de Joseph Ratzinger. “Ahora vamos a buscar a un papa muy moderno y mucho más sencillo, pensaron. Querían un bonachón tolerante con aires populistas, que se acercara a la gente sin demasiado alineo indumentario”.

Según de Villena, el problema de Francisco es que dice cosas que están bien, pero se queda en intenciones. “Ha afirmado que acepta a los divorciados y que no es nadie para juzgar a los homosexuales. Todo eso es nuevo porque la Iglesia católica ha llevado a la hoguera, en un acto de crueldad vandálica, a quienes no son heterosexuales. No convierte nada en ley, solo lo escribe por Twitter. Si firmara lo que expresa, de manera legal, lograría unos cambios muy llamativos”.

¿Literatura homosexual?

Foto | Freddy Arango | LA PATRIA

En el 2001 publicó Las herejías privadas, un texto contra la culpa y el daño.

Luis Antonio de Villena cuenta que no hay literatura homosexual, sino tema homosexual o temática homoerótica. En cualesquier definición, él es uno de los autores más reconocidos. “Un escritor puede relatar historias entre dos hombres o dos mujeres. Se ha hecho en las literaturas más importantes del mundo, no tanto en italiano. La dificultad está en que hay lectores a favor de la homosexualidad, pero no les atrae un libro con ese tema. ¡Es una falta de educación! Si es de calidad, hay que leerlo”.

La virgen

Esto responde cuando se le pregunta por un autor colombiano que destaque en el tema: “Un autor así, un poco maldito, es Fernando Vallejo. Las cosas que escribe hablan mucho de homosexualidad. Sería según esa etiqueta un autor homosexual, cosa que no creo que le gustaría oír. Es normal que se escriba libremente en una sociedad libre. La virgen de los sicarios es una novelita de contenido homosexual, pero no es solo eso, también tiene más cosas que ocurrían en Medellín y que no la hacen de una temática única”.

Matrimonio y adopción

Declara que las historia de matrimonio y adopción gay no le interesan porque le quedan un poco lejos. “Yo estoy en el amor libre, pero me parece normal que los ciudadanos homosexuales tengan los mismos derechos que los heterosexuales. No me voy a casar con un hombre ni voy a adoptar un niño, pero creo que es un derecho que les corresponde”.

Oscuro

Algunas de las obras de este español acarician la vejez, el miedo y la mansedumbre. “Me ha llamado la atención el lado oscuro de la vida. En el dolor, la marginación, lo abismático, los malos pasos y las cosas prohibidas, como la homosexualidad, hay mucha riqueza. Siempre me ha gustado vivir ese mundo en la realidad y en los autores que han pertenecido a él”.

¿Realismo mágico?

“Voy a hacer una broma, sin desconocer que Gabriel García Márquez tenía un don narrativo muy importante y era como el inventor del realismo mágico. Durante mi viaje desde Medellín hasta Manizales, en un autobusito, me di cuenta de que él, con las cosas que veía, no tenía mucha necesidad de inventar”, comienza la hazaña…

Tomar el té junto al río Cauca

Me habían dicho que era un lugar hermoso y en una novela dice tomar el té en medio del Sahara. Le pregunté al chofer si podía parar un momentico para contemplar el Cauca y tomar el té, pues yo cargaba la maletita con el juego de porcelana para hacerlo. Creo que pensó que era un eufemismo para ir al baño.

Había unas casitas donde vendían cosas. Le manifesté a un señor de allá que si me servía una nubecilla de leche en el té y no entendió. Le expliqué que era un poquitito, como una neblinita en el cielo. El caso es que se me rompió el juego de té.

Todos me miraban extrañados. Aquí toman eso de panela, ¿por qué yo no podía tomar el té?

La fiera

Antes de subir al autobusito, en Medellín, el conductor contó cuántos estábamos y dijo que faltaba la señora que tenía tosferina. ¡Cómo que va a venir una persona con tosferina! La tosferina es ferina porque es tan fuerte como una fiera. Le manifesté que en ese caso nos tenía que llevar al ‘Instituto de Enfermedades Tropicales’ para que nos revisaran. La señora no llegó, pero lo que no entiendo es por qué aquí sustituyen uno a tres.

El trío

Tres estadounidenses, que estaban reemplazando a la señora, tomaron una cosa que vendían, como mango en unas bolsitas de plástico. Luego les ofrecieron unos frutos raros, zapotes, y agradecieron sin saber que iban a fallecer por algún bicho. Creo que eso no ha de ser muy saludable.

Maldición

Me eché la mano al bolsillo y vi que me faltaba el celular. El que oficiaba como ayudante del conductor lo tenía en la mano e intentaba taparlo con dos billetes. Le apunté con el bastón y le dije: ¡Ese es mi celular, devuélvamelo o usted y sus descendientes caerán millones y millones de años en un abismo terrible de donde nadie los podrá rescatar. Le llevaremos al infierno de Dante Alighieri. Eso es lo que usted se merece por gente perversa!

Y así me lo devolvió.

Anciano moribundo

También había un viejito moribundo, solo decía comer arroz, comer arroz. Al bajarse, la mujer que lo acompañaba, pienso que era la hija, intentó deshacerse de él. Lo lanzó por el escalón, pero lo lograron coger.

Revivió

Había una señora con un niño en la otra silla. Lo que no sé es por qué, si era su mamá, no lo recogía ni lo abrazaba. Él estaba caído, descolgado. Pensé que estaba muerto. Cuando llegamos a Manizales, ¡revivió!

Estaba armado

Otra cosa extraña es que el chofer paraba a quien le hiciera una seña en la carretera. Se subió un campesino que llevaba un machete y un pescado grande en la mano.

¿También viajan con cerdos en los buses?, pregunta asombrado. Es peor porque esos animales transmiten enfermedades.

Su amigo Harold Alvarado, quien lo acompañó en el viaje, agrega que los del bus dijeron que él parecía un fantasma y lo compararon con mujer que se les aparece en los túneles de la vía a Buenaventura.

¡Gabo, Gabo!

"Les dije adiós a los del autobusito, salí hacia la montaña (Manizales) y me dije: Aquí no hay mucho que inventar", finaliza de Villena.

Sus obras

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