Daniel Eduardo, de regreso a sus raíces

Legado musical

Heredero del talento de su abuelo. Amor a la música. Disciplina.

Luis Fernando Rodríguez

LA PATRIA | SALAMINA

Por las venas de Daniel Eduardo Grajales Franco corre sangre caldense. Él nació en Estados Unidos, pero su mamá es de Salamina, población ubicada al norte del departamento. A sus 11 años de edad ejecuta el violín, legado de su abuelo Eduardo Franco, quien ya falleció, pero es recordado con cariño por su habilidad para hacer casi de todo, por lo que lo llamaban Inventico.

Músico

Daniel Eduardo es un joven serio y de tipo de intelectual. Junto a sus padres y a su hermano menor vive en Houston (Texas). Estudia sexto grado en la Escuela Secundaria Morris Middle School. Aunque la educación que recibe es bilingüe, al momento de conversar trata de organizar sus pensamientos para expresarse en español, la lengua de sus padres, con quienes llegó de visita a Salamina donde conversó sobre su gusto por la música. "Me fascina tocar el violín porque su sonido es hermoso. Mi abuelo también lo tocaba", expresó. Su madre, Sandra Leticia Franco Ballesteros, le ayuda a traducir lo que quiere decir.

"La directora de orquesta es la señora Michelle Ham. Con ella toma clase de música durante una hora diaria dentro de la jornada escolar, que es de 7:45 de la mañana a 4:00 de la tarde. Después asiste al programa escolar ACE Program, en el cual los niños pueden escoger entre: deporte, ciencia, tecnología, culinaria y arte", explicó Sandra Leticia, quien de 42 años que tiene, hace 15 trabaja como docente en Texas (Estados Unidos).

Allá el aprendizaje de la música comprende una parte teórica y otra practica, con tres niveles. El repertorio abarca entre otros géneros: música clásica, instrumental, pop, rock y temas de películas.

Otra educación

Sandra Leticia explica que el método de educación en Estados Unidos es diferente al de aquí. "La evaluación es rigurosa y el maestro debe mostrar resultados en el progreso de los estudiantes año tras año". Agrega: "tenemos excelentes recursos académicos, hay mucha tecnología y materiales. Son muy exigentes y los gastos de educación son asumidos en su totalidad por el estado".

Aseguró que allá los maestros colombianos tienen muy buena fama por su buena enseñanza. Y concluye: "me siento privilegiada de estar trabajando en uno de los distritos educativos más grande de los Estados Unidos. Tiene 279 escuelas y cerca de 23 mil alumnos. He dejado el nombre de Colombia en alto, porque he dado lo mejor en las pruebas estatales".