Por estos días de huracanes, terremotos y fuertes cambios climáticos en América, la gente vuelve a pensar en tomar medidas de protección ambiental. Sin embargo, algunos dicen que el daño ya está hecho y que es tarde para repararlo, pero hay otros que consideran que sí se debe actuar.

La Universidad de La Salle, en Bogotá, afirma que la Tierra tiene 7 mil 500 millones de habitantes y se proyecta que al año 2050 sean 10 mil millones. "Eso requiere incrementar la producción de alimentos en más del 50% y reducir el desperdicio a lo largo de toda la cadena agroalimentaria".

La microbióloga Luz Mary Montes, docente del programa de Ingeniería de Alimentos en la Universidad de Caldas, también es partidaria de actuar de manera preventiva para evitar seguir cometiendo los mismos errores con el planeta.

Se trata de acciones cotidianas que, sumadas, dejarán un mundo con menos problemas para nuevas generaciones.

Siembre árboles

Luis Carlos Villamil, director del doctorado en Agrociencias de la Universidad de La Salle, sugiere informarse sobre el calentamiento global y su impacto sobre la salud, ubicar y reconocer los alimentos que se producen cerca al lugar donde se reside para reducir la contaminación por emisión de gases de los vehículos. Preferir los alimentos que no vienen empacados en plástico, con miras a disminuir el uso de este material. Sembrar árboles. "Se dice que una hectárea de bosque, elimina en un año, el dióxido de carbono que producen cuatro familias durante ese mismo tiempo. Un árbol puede eliminar una tonelada de dióxido de carbono a lo largo de su vida".

Aconseja reciclar materiales con prácticas como la reutilización de papel, vidrio y plástico. Cambiar los bombillos por otros ahorradores de energía, que consumen 60% menos que los tradicionales. Abrir la nevera solo para lo necesario.

Tener cuidado con la aparición de insectos extraños en una región. "El calentamiento global estimula la adaptación de insectos (moscos, hormigas, parásitos) a regiones situadas a mayor altura sobre el nivel del mar. Estos organismos pueden causar más mal que bien y pueden ser portadores de enfermedades".

Cambio de actitud

El ingeniero agrónomo Carlos Julio Castillo, profesional especializado de Corpocaldas, sostiene que el aporte tiene que partir primero de una actitud frente a la vida y al ambiente. "Se pueden establecer decálogos, cumplir con la receta de qué hacer, pero la reconversión debe ser primero mental y espiritual, lo que se llama Ecología Humana para establecer qué cosas de la vida hay que transformar".

Bajo esta teoría, la idea es revisar si los hábitos cotidianos están enmarcados en el consumo sostenible y sustentable, comprender cómo funciona la naturaleza. "Por ejemplo, no existe minería sostenible sino responsable, no utilizando mercurio ni otros productos. En cambio sembrar un árbol sí es sostenible porque de sus semillas salen más árboles".

También menciona que cuando una persona se levanta en la mañana, va al baño y encuentra jabones para todas las partes del cuerpo. "Uno debe ser consciente de que puede existir un solo shampoo para toda la familia, como parte del consumo sostenible".

Sugiere además reducir las emisiones de dióxido de carbono, que generan los vehículos al transitar, usando la bicicleta para los traslados o hacerlos a pie; no dejar las llaves del agua abiertas; no comprar ropa para verano o para invierno, pues en Colombia no hay estaciones; moderarse con el consumo de tecnología como los celulares, pues se van acumulando en el hogar equipos que no se necesitan.

"Tampoco es llevar una vida monástica ni hippie, la idea es ser prudentes y racionales en nuestros hábitos", concluye.

Desde casa

Para Luz Mary Montes, microbióloga, magíster en Ciencia y Tecnología de Alimentos y docente del Programa Ingeniería de Alimentos de la Universidad de Caldas, "todos tenemos que tener conciencia de que este planeta es el lugar donde habitamos y necesitamos tener agua potable y un ambiente limpio, y ¿cómo lo podemos hacer? Aportando a diario con varias prácticas".

Habla de hacer una buena separación y disposición de basuras. Tener unos recipientes adecuadamente identificados, no solo en color sino en mensajes que anuncien qué se puede descartar allí. "No tenemos aún la forma de cambiar la bolsa plástica por otro tipo de material, pero por el momento las personas deberían tener conciencia de que se puede separar en bolsas aparte material inorgánico (papel, cartón, plástico) del orgánico (residuos de frutas, hortalizas, heces de mascotas) y del material peligroso (vidrio o pañales usados y elementos de tratamientos médicos).

En cuanto al uso de jabones y desinfectantes, recomienda tener un lugar en casa apropiado para su almacenamiento y que estén debidamente marcados, alejados de los alimentos para evitar intoxicaciones. Recurrir a jabones biodegradables, que aunque son costosos, evitan la contaminación. Explica que los detergentes y jabones son sustancias hechas a base de químicos, que se pueden ir acumulando y contaminando afluentes de agua que llegan hasta los ríos.

También aconseja establecer qué tan fácil es recolectar agua lluvia desde las canales de los techos, con un sistema que vaya directamente a la lavadora o los baños o para regar plantas, lavar carros o pisos.

Del uso de aceites para cocinar, evitar reutilizarlos tanto. "En la medida que se van utilizando se van quemando y generando sustancias cancerígenas que se acumulan. Tener recipientes para acumularlos y luego disponerlos en botellas para entregarlos a los recolectores de las basuras, que les darán su disposición final".

Uso racional

Según Javier Mauricio Naranjo, ingeniero químico y docente del Programa de Ingeniería Ambiental de la Universidad Católica de Manizales, debe haber un uso eficiente de los recursos naturales, como el agua, y no gastar mucha energía eléctrica. Usar bombillos tipo led, porque con los tradicionales a la hora de tener que de tener que botarlos hay poner mucho cuidado de no hacerlo en la basura sino en puntos ecológicos que generalmente están en centros comerciales. Los bombillos tradicionales tienen metales pesados, como mercurio, que pueden contaminar.

También dice que hay que tratar de evitar usar bolsas y envases plásticos y los icopores. "Como ciudadanos, debemos hacer uso de los sistemas de transporte masivo, utilizar más la bicicleta, tomar el transporte solamente en los paraderos y no usar el carro para movilizarse una sola persona".