Es riesgosa y criticada, sí, pero Alejandra Zapata Salas ve en el mundo de la tauromaquia una opción de vida. Entrena para convertirse en torera en la Escuela Taurina La Espada de Manizales y estudia con juicio todos los detalles de esta cultura para defenderla con argumentos.
"Para mí es una profesión muy difícil que necesita de disciplina, pasión y afición. Enfrentarse a un toro significa danzar con él, enrazarse", dice la estudiante del Perpetuo Socorro, quien está orgullosa de manipular la muleta con la que algún día espera encauzar la embestida de un toro durante el último tercio de la lidia.
Por ahora, se le mide a las vaquillas: "Me han revolcado, pero todo hace parte del aprendizaje", agrega, mientras mueve el capote de un lado para otro en el ruedo de la Plaza de Toros, lugar donde entrena los sábados.
Su tío paterno Wilfredo Salas es quien la prepara e impulsa para que cumpla este sueño. "Fui novillero y desde el 2007 trabajo como instructor de la Escuela. Estoy seguro de que un torero nace, no se hace. Es un gusto natural, que requiere mucho compromiso. En una corrida se juegan la vida tanto el toro como el torero, es un duelo", indica.
Cada quien con sus gustos
"La tauromaquia es una cultura movida por gustos, así como la punk, emo, rockera, entre otras. Nuestros jóvenes y las nuevas generaciones están siendo educadas al natural, es decir, al cuidado y respeto del medio ambiente y los animales, por lo que cada vez puede haber menos adeptos. A los jóvenes que les gusta el tema es porque generalmente vienen de familias que comparten este gusto. Lo importante aquí no es calificar si es bueno o malo torear, cada quien decide qué quiere ser, pero haciéndolo bien", explica el psicólogo Jorge Hernán López.
Camilo Rivera Candamil, de 16 años, por su parte, está en contra del asunto. Descalifica esta cultura e incluso se pregunta: "¿Cómo hay personas que pueden celebrar la tortura y muerte de un animal?". Se considera antitaurino de nacimiento, aunque admite que una vez asistió con su mamá a una corrida.
"¡Horrible!, fui con la única intención de analizar lo que allí sucedía, pero... pobre toro y ¡qué impotencia!", cuenta. Hace poco se puso un piercing alusivo al movimiento antitaurino, pues se considera un vocero y defensor de los derechos de los animales.
Sí y no
El concejal animalista manizaleño Jhon Hemayr Yepes asegura que la juventud está para cambiar los paradigmas y para transformar algunas tradiciones. "En sus manos está que los cambios sean positivos y no negativos. Es claro que los animales sienten como los humanos y que quienes estamos en contra de las corridas, es porque nos molesta que los toros sean objetos de burla. La pugna entre los taurinos y antitaurinos está centrada en los jóvenes, de estos depende que se mantenga o extinga la tauromaquia", manifiesta.
Finalmente, Juan David Marín, coordinador de la cultura taurina en Cormanizales, añade que la tauromaquia es arte. "Me parece interesante encontrar niños o jóvenes que sueñan con ser toreros. Es más bonito de lo que la gente piensa. Tienen amor y conocimiento sobre lo que es un toro de lidia y desarrollan una gran sensibilidad. Hoy se quiere desconocer mucho sobre la tauromaquia y algunas de las justificaciones antitaurinas están basadas en falacias. Para uno criticar, debe indagar. La Plaza de Toros está abierta para que la conozcan y cada uno saque sus propias conclusiones. A diferencia de los campos de concentración nazi, aquí no hay cuartos oscuros de tortura", recalca.
Pese a las divisiones que causa la afición a los toros, Alejandra seguirá practicando para ser una figura en el ruedo, Wilfredo continuará enseñándole lo que sabe a ella y a su grupo de estudiantes y Camilo seguirá en contra de todo lo que, para él, implica un maltrato a los animales. Usted, ¿qué piensa?
Más avanzado
El manizaleño Brayan Salas, primo de Alejandra e hijo de Wilfredo, se fue el año pasado a vivir a Cali para matricularse en la Escuela Taurina de esa ciudad, llamada Hombres de Oro. Su familia lo apoya en su decisión, y él está enfocado en convertirse en protagonista del mundo taurino. "No voy a ser un torero cualquiera", dice el joven, de 15 años. Desde los cinco años se metió en el cuento y hoy su nivel le da la oportunidad de enfrentarse a un toro. "Son muchos los sentimientos los que se manejan en este oficio", expresa. Pronto vestirá su primer traje de luces y fogueará todas sus ilusiones en un encuentro taurino.
La cifra
8 estudiantes, entre los 6 y 17 años, se preparan en la Escuela Taurina La Espada de Manizales.
Tenga en cuenta
- La tauromaquia se refiere a todo lo relativo con la práctica de lidiar toros, tanto a pie como a caballo, y se remonta a la edad de Bronce. Su expresión más moderna y elaborada es la corrida de toros, un espectáculo que nació en España en el siglo XII y que se realiza también en Portugal, sur de Francia y en diversos países de hispanoamérica como México, Colombia, Perú, Venezuela, Ecuador y Costa Rica. Es también espectáculo de exhibición en China, Filipinas y Estados Unidos.
- Incluye, además, todo el desarrollo previo al espectáculo: desde la cría del toro a la confección de la vestimenta de los participantes, diseño y publicación de carteles y otras manifestaciones artísticas, que varían de acuerdo a los países y regiones donde la tauromaquia es parte de la cultura nacional.
Redacción: Isabel Vallejo Jiménez
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