LA PATRIA | Manizales

A Wilson Cifuentes Rivilla, de 36 años, su suegra le decía: yerno, no busque lo que no se le ha perdido. La señora no tenía tranquilidad desde hace mes y medio, cuando él ingresó a trabajar a la mina La Bocana, en Risaralda (Caldas).

El minero, natural del barrio Las Colinas baja de Arauca (Palestina), falleció el pasado miércoles, cuando al salir del trabajo un vagón que se usa para retirar tierra se devolvió y lo golpeó. Murió en un centro asistencial. Es la quinta víctima del año.

Dahi, su hija, lo recordó como el mejor papá del mundo, que estaba en los momentos que lo necesitaba. La cuñada de Wilson expresó que era un excelente esposo, muy recochero, llevaba 45 días en la mina y se fue a laborar allá porque no tenía más trabajo. Antes se dedicaba a la construcción.

"Le habían regalado la parte de encima de la casa y quería terminarla. Dejó dos hijos de 8 y 14 años. Él vivía con nosotros desde que se le murió la mamá. Su calidad humana y entrega a la familia eran inigualables", indicó la cuñada.

Era muy aficionado al Atlético Nacional y en el tiempo libre le gustaba acudir a La Rochela. El sepelio será hoy en Arauca.

La cifra

12 personas murieron el año pasado en accidentes mineros en Marmato por inhalación de gases, desprendimiento de rocas o accidentes con maquinaria. En todo Caldas fueron 30, contando las 15 del Playón, en Riosucio.