LA PATRIA | MANIZALES

Nelcy Canchala y Henry Aguirre se enteraron de la trágica noticia en la noche del pasado domingo. De inmediato, desde su natal Guachucal (Nariño), armaron viaje para Manizales para enfrentarse, luego de 13 horas o 734 kilómetros de viaje, a la triste realidad: la muerte de su hija Yésica Katerine.

A la joven, estudiante de tercer semestre de Enfermería en la Universidad Católica de Manizales, la hallaron degollada el domingo, dentro de una residencia ubicada en la carrera 21 con calle 17.

En un principio se creyó que se trataba de un suicidio, pues al lado del cuerpo había una carta de despedida. Sin embargo, la cortada en el cuello era de lado a lado y los investigadores no encontraron el arma blanca con la que se generó la herida.

Las indagaciones continuaron y las autoridades revisaron las cámaras de seguridad de la zona. En ella se ve cuando Yésica ingresa a la residencia, acompañada de un hombre, que no se logra identificar. Minutos después se observa salir al sujeto, solo, pero sin dejar notar su rostro.

Los administradores de la residencia les dijeron a las autoridades que luego de que el hombre se fue escucharon que caía agua de la ducha de una habitación y cuando se dirigieron a pedir que que la cerraran, hallaron el cuerpo de la universitaria.

Tristeza

El lunes, a su llegada a la universidad donde Yésica Katerine quería prepararse para salvar vidas, sus padres recibieron asistencia sicológica de la institución. Lo mismo ocurrió con los compañeros de semestre, que están muy golpeados con la noticia.

Mientras tanto, en Guachucal, población de unos 16 mil habitantes, se lamentó esta pérdida y ciudadanos como Diego Fernando Calpa enviaron saludos de apoyo para la familia de Kathica, como la llamaban. "Fortaleza a su madre, al papá y al hermano. Fe y resignación para superar este dolor tan grande".
 

El dato

Allegadas a la víctima señalaron que ella salía con una persona, pero no saben de quién se trata.