LA PATRIA | MANIZALES

La muerte de Alexánder Urueña Barquiro, de 26 años, apodado el Caqueteño, no quedó impune. Por el asesinato, que se registró el pasado 9 de julio en la carrera 7 con calle 9, de la Galería de Chinchiná, hay dos condenados.

El Juzgado Primero Penal de ese municipio sentenció a 18 años de cárcel a Andrés Morales Gambuel, de 20 años, y a Aida Lucy Franco Patiño, de 26.

Los implicados llegaron a un preacuerdo con la Fiscalía Tercera de Chinchiná, que los acusó de porte ilegal de armas de fuego y homicidio agravado. Según las autoridades, el crimen se produjo por un ajuste de cuentas entre microtraficantes de estupefacientes.

A Urueña Baquiro, que nació en El Doncello (Caquetá), le pegaron tres tiros: uno en el brazo y dos en la cara. Murió minutos después del hecho, cuando lo atendían en el hospital San Marcos.

Morales Gambuel, apenas cometió el asesinato, huyó y se cambió de ropa para despistar a la Policía, pero lo detuvieron a unas cuadras del sitio. En la audiencia de control de garantías, al día siguiente, explicó que prestaba servicio militar en un Batallón de Antioquia y que se había fugado.

Su compañera resultó implicada porque en el bolso le hallaron el revólver con el que se cometió el homicidio.

Para despistar

El asesino, que vestía una camiseta azul con franjas naranjas y gorra negra, se cambió de camiseta cuando se enteró de la llegada de los uniformados.