LA PATRIA | MANIZALES
Tener una propiedad y adquirir un negocio para ser un trabajador independiente, esos eran los sueños de Carlos Esteban Giraldo Taborda, pero un accidente laboral los frustró.
El viernes, a las 11:30 de la mañana, este joven de 22 años, quien laboraba como operario en la Hidroeléctrica El Edén, en el corregimiento de Bolivia, en Pensilvanía, Caldas, estaba interveniendo unos taludes en la casa de maquinas cuando, de repente, un tapón que salió a presión le impactó la cabeza, según Bernardo Alzate Nougues, Gerente de la Hidroeléctrica El Edén.
El golpe le causó traumas severos. “Nuestra ambulancia lo llevó a Manzanares para que le prestaran los primeros auxilios. Pero por la gravedad de la lesión fue trasladado a la Clínica La Presentación en Manizales, donde lamentablemente falleció a las 8:30 de la noche”, informó Alzate Nougues, quien indicó que las causas del accidente se investigan.
Después de las 10:00 de la noche llegaron al centro asistencial los miembros del CTI de la Fiscalia para hacer la inspección técnica del cadáver. Momentos después fue entregado a sus familiares, quienes lo trasladaron a Gómez Plata, Antioquia, de donde era oriundo.
Lacides Giraldo Olarte, tío de la víctima, contó que Carlos Esteban había prestado servicio militar y que luego él lo había ayudado a colocar en la Hidroeléctrica El Edén, donde llevaba 16 meses trabajando. Allí laboraron juntos los primeros 9 meses, hasta que el tío fue trasladado a Puerto Valdivia, Antioquia, para laborar como supervisor de obras subterráneas. Hasta ese momento, su sobrino se mostró muy amañado en su trabajo.
“Era soltero y muy juicioso. Estaba ahorrando dinero para comprar una propiedad o un negocio, pues anhelaba trabajar de cuenta propia. Ya había empezado con unas reces que tenía. Fue muy apegado a sus padres y a su hermana mayor, veía por ellos”, narró Giraldo Olarte.
Diego Díaz fue uno de sus jefes y el más cercano de sus compañeros de labores, él lo describió como un ser alegre, muy dedicado a su trabajo y un excelente amigo.
La noticia del accidente laboral de Carlos Esteban le dañó el almuerzo que a medio día disfrutaba su tío en Puerto Valdivia. Un compañero de su sobrino lo llamó preguntándole si ya se había enterado de lo que le había pasado. A esa hora le estaban dando los primeros auxilios en Manzanares. En la noche le volvió a marcar y le preguntó si estaba bien sentado. Ahí supo que su sobrino había muerto.
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