Un esquizofrénico atemorizaba en vereda de Supía

LA PATRIA | MANIZALES

Zozobra e incertidumbre es lo que padecían los residentes de la vereda La Quiebra de Supía (Caldas). Según ellos, cada que James Antonio Calvo Ruiz consume marihuana o bazuco, se le agudiza la esquizofrenia y la psicosis.

Bajo los efectos de esas sustancias, se arma con machete y se mete a las casas a robar. En otros casos, pide dinero u objetos, si no se los dan, los agrede. Pero eso no es todo. En la zona hay dos escuelas cuyas labores académicas estuvieron en vilo por la agresividad de James. Los padres temían que les hiciera daño a sus hijos, por lo que preferían no enviarlos a estudiar.

El pasado sábado Calvo Ruiz fue capturado. Según contó un testigo, hace ocho días el loco, como lo llama la comunidad, extorsionaba a dos vecinos de la vereda La Quiebra. A uno le pedía $500 mil, y al otro, $200 mil. Las víctimas pusieron el caso en manos del Gaula. El acuerdo con las autoridades fue tenderle una trampa. A las 11:00 de la mañana los extorsionados llegaron al parque de la localidad y cuando le estaban entregando el dinero llegó un agente del Gaula y lo detuvo.

El loco se había convertido en un peligro ambulante. A un vecino lo amenazó al finalizar el 2014.

¡Usted es un fiscal!

El 17 de diciembre pasado, a las 5:30 de la tarde, Wilson Casadiego, de 35 años, iba con su mujer, un amigo y sus tres hijastros al segundo día de la Novena que se realizaba en una casa del sector. De repente, apareció James y le dijo:

-Usted es un fiscal. Lo voy a matar. Váyase que lo voy a picar.

Cuando Wilson salió de la Novena, James, oculto en matorral, lo estaba esperando armado con un machete.

Tras percatarse de la situación, Wilson huyó, pero se resbaló y rodó por un barranco. En la caída se luxó el codo izquierdo. Hasta allí llegaron Jhoan Danilo Montoya y su padre, quienes lo metieron a su casa para protegerlo. Sin embargo, James seguía amenazando.

Aunque Edier, el padre de Jhon, intentó calmar a James para que los dejara llevar a Wilson hasta el hospital no fue posible. El loco insistía en quedarse y era cada vez más agresivo. Incluso, con el machete dañó el cojín de dos motos.

Wilson dijo que no conocía a James, que lo único que le respondió, charlando, era que el fiscal era el amigo que lo acompañaba, Ana Ruiz, madre del agresor, aseguró que su hijo reaccionó así porque lo trataron de loco y vicioso.

Luego llegó la Policía y capturó a James, al tiempo que ayudó a trasladar a Wilson al hospital. Sin embargo, ese mismo día el agresor retornó a la libertad, narró la compañera de Wilson. Este lleva más de un mes cargando su brazo con un cabestrillo e incapacitado para laborar en la mina de Marmato.

Pese al calvario que ha padecido por las alucinaciones de James, aseguró que no lo demandará ni se vengará. Lo único que desea es que las autoridades lo lleven a un sitio especializado para tratarlo y así evitar que haga más daño.

Escuelas, sin estudiantes

En la vereda La Quiebra hay dos escuelas, ambas son dependencias de la Institución Educativa Obispo. En una la profesora Marta Isabel Giraldo contó que de 28 niños que atiende, quienes cursan de primero a quinto de primaria, solo asisten la mitad. Mientras en la otra sede la docente María Consuelo Gutiérrez afirmó que: “el temor es que agreda a los niños”. Por eso, los padres de los 17 alumnos decidieron no mandar a sus hijos, hasta que las autoridades sacaran a James de la vereda.

Les roba... La tranquilidad

Según Oscar Iván Henao, hace ocho días James Antonio tumbó las cerraduras e ingresó a una finca. De allí se robó el equipo de sonido, la guadaña, la nevera, cuatros celulares, un portátil y unas 10 arrobas de café. Cuando los afectados fueron a la Policía los enviaron a la Personería y luego a la Fiscalía.

Ana Ruiz aseguró que en varias ocasiones le pidió a la Policía ayuda para que llevaran a su hijo a un hospital, pero según ella, le respondieron que necesitan permiso de un fiscal.

Peligro

El psiquiatra Sergio Ignacio Molina explica que en estos casos la ley faculta a las autoridades para que conduzcan al afectado a un sitio adecuado para su tratamiento. Según Molina, una persona con esquizofrenia crea una idea delirante, ligada a su cuadro psicótico y actúa conforme a lo que cree. "Si se siente atacado, agrede. Además, si esta enfermedad se acompaña del consumo de sustancias psicoactivas aumenta la agresividad".

No es el único

Según Marlon Rodríguez, personero de Supía, Calvo Ruiz no es el único con problemas mentales en ese pueblo, aunque sí el más peligroso. El funcionario narró que en el barrio La Moravía hay una persona que persigue a las ancianas y les pega. Contó el caso de otra señora que agrede a los vecinos y con barras les quiebra las ventanas. Además, golpea a su familia y hace escándalos cada vez que se droga. Pero tiene la particularidad de que cuando ve a la Policía, se esconde.

Psicótico

Según la doctora Deyanira Gonzalez, del Hospital San Lorenzo, de Supía, el 2 de julio pasado, James fue remitido por 20 días al psiquiátrico del San Juan de Dios de Manizales, debido a un cuadro psicótico, “estaba muy agitado y agresivo”.