Un accidente de tránsito cegó la vida de un habitante de Pensilvania

Foto | Cortesía | LA PATRIA
Luis Eduardo Quintero Franco negociaba con cacharros y hacia cambalaches. Siempre salía con el cuento de que “eso era una uvita”, aludiendo a que el objeto era de buena marca.

LA PATRIA | MANIZALES

Luis Eduardo Quintero Franco, de 90 años, salía el pasado lunes, a las 5 de la tarde, de una parroquia del Centro de Manizales con su compañera sentimental. Ella lo invitó a visitar a una amiga, pero él prefirió irse para su casa en el barrio La Isla. Esa decisión le costó la vida, según narró Ruby Stella Quintero, una de sus hijas.

Cuenta un vecino de la calle 24 con carrera 24, del barrio San Joaquín, que por ser un día festivo la vía estaba sola. Media cuadra antes de llegar del lugar de los hechos, el motociclista, quien conducía una moto Pulsar verde esmeralda de placas VPU 59C, pitó en repetidas ocasiones porque, al parecer, vio a Luis Eduardo, quien en ese momento cruzaba la calle. Según el testigo, “el motociclista iba muy rápido, por lo que al llegar a la esquina no alcanzó a frenar y lo levantó".

La víctima tenía problemas de audición, por lo que quizás no escuchó ni el pito, ni el ruido de la moto en el momento del accidente, contó su hija, Ruby Stella Quintero.

Ambos infringieron

Quintero Franco voló y cayó muerto sobre una alcantarilla. Según Enrique García Orozco, Inspector Segundo de Tránsito de Manizales, Valencia Serna quedó con laceraciones en todo su cuerpo. Además, el testigo del accidente indicó, que la moto le cayó encima, por lo que fue trasladado a la Clínica Las Camelias, donde se recupera. Pero antes, los residentes de la zona le contaron que Luis Eduardo había muerto. “El hombre se puso pálido, se mostró preocupado e impotente”, narró el testigo, quien pidió reserva de su identidad.

Según Enrique García Franco, el accidente ocurrió a las 5:55 de la tarde. La hipótesis que maneja la autoridad de tránsito es que el conductor violó el código 157: “conducía sin precaución y no estuvo atento a los imprevistos de la vía”. En cuanto Luis Eduardo, el inspector aseguró que también infringió el código 411: “cruzó sin un acompañante mayor de 16 años”, pues se trataba un peatón especial por su avanzada edad.

García Franco indicó que, tras realizarse las pruebas de rigor, el conductor de la moto no presentaba estado de alicoramiento, ni de consumo de drogas. Aseguró además que, según los resultados de las investigaciones, la Fiscalía determinará si abre un proceso penal contra el conductor.

Ya no andará más

Luis Eduardo Quintero Franco se había pensionado de la Secretaría de Obras Públicas de Manizales hace más de 30 años. Allí manejó maquinaria pesada, contaron sus hijos.

Era padre de 6 mujeres y dos hombres. Marina, la mayor de sus hijas, narró que era muy católico.

“Todos los lunes iba a misa del Señor de los Milagros (de allí salía el día del accidente)”. Además, los 14 de cada mes no faltaba a una ceremonia especial que hacían los sacerdotes redentoristas.

Fernando, otro de sus hijos, indicó que era un padre amoroso y muy entregado a sus 22 nietos. Precisamente, Juan Felipe, uno de ellos, contó que su abuelo, a pesar de su edad, era muy enérgico y siempre se lo encontraba en los cafés del Centro y andando la calle.

“Le gustaba caminar mucho y prefería hacerlo solo, no se dejaba acompañar. Además, estaba lúcido, lo único que le fallaba era el oído. Era muy vanidoso, salía a la calle bien vestido y perfumado”, contó su hija, Marina.

En medio del dolor, recordó que de niña, mientras rezaba con su madre, su padre le hacía muecas. “Yo me reía y mi mamá nos regañaba a los dos”. Por otro lado, el próximo 8 de marzo Luis Eduardo cumpliría 91 años. Su velación fue ayer en La Aurora y sus exequias en Jardines La Esperanza.