LA PATRIA | MANIZALES
Daniel Quintero Aguirre, de 20 años, golpeó, amenazó y cortó a su excompañera sentimental porque lo dejó. Por esa situación, catalogada como feminicidio tentado, la Fiscalía 21 seccional le imputó cargos en julio pasado, donde aceptó los señalamientos.
Ayer, el Juzgado Segundo Penal del Circuito de Manizales lo condenó a siete años y siete meses de cárcel por ese delito, en la que es la primera condena de este tipo en Caldas, desde que rige la Ley Rosa Elvira Cely, hace un año y dos meses.
"Usted es consciente de que la agredió en tres ocasiones", le expresó a Daniel su mamá, el día de la imputación.
Desde agosto del 2015, el sentenciado atacó a su expareja, de 22 años, porque no quiso regresar con él.
El muchacho, con limitaciones auditivas, estuvo siempre acompañado de su progenitora, que le ayudó a entender lo que le decían en las audiencias.
La agresión más reciente ocurrió el 27 de marzo pasado, en la carrera 19 del barrio El Carmen. Daniel, que vivía en Bosques del Norte, insistía en volver con ella. La relación de dos años y medio había terminado, y solo los unía un pequeño hijo.
Ese día la esperó a la salida del barrio El Nevado, donde ella dejó al niño con sus abuelos. La siguió hasta el centro de salud de El Carmen. Le pidió que volvieran y, como ella se negó, sacó una navaja y la hirió en el cuello. También la chuzó en la espalda, el abdomen y la cabeza.
La incapacidad fue de 50 días, pues la lesión en el cuello le generó un problema que puso en riesgo su vida.
La afectada pidió protección y desde ahí se conoció que no era la primera vez que Quintero Aguirre atentó contra ella.
El 2 de agosto del año pasado, en la casa de ambos, le arrebató el bebé y amenazó con tirarlo al piso. "La voy a hacer sufrir a usted, su familia y la mía. Que nos quedemos sin hijo", le dijo.
Ella alcanzó a quitárselo y tirarlo sobre la cama, pero él la atacó y la golpeó en un ojo. Además, le aseguró que la mataría en caso de verla con otro hombre.
El 24 de febrero pasado se dio el otro ataque. Ese día le gritó, la encerró en un cuarto junto al bebé y sacó un cuchillo con el que los amenazó. Solo la salvó la intermediación de su suegra, que evitó la tragedia y lo echó de la vivienda.
Fue un trabajo entre Fiscalía y la Policía Judicial Sijín, Unidad de Vida.
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