LA PATRIA |MANIZALES
La estrangularon, pero no fue el papá. La muerte de la bebé de cinco meses, natural de Aranzazu, que falleció en Manizales el 3 de octubre del 2015, sigue impune.
El pasado jueves, el Tribunal Superior de esta capital confirmó el fallo de primera instancia que declaró inocente al progenitor. La Fiscalía deberá reiniciar la investigación.
En el fallo de primera instancia, en mayo del 2016, el Juzgado Penal del Circuito de Salamina ordenó compulsar copias para que se investigue a la mamá. La Fiscalía no apeló. El representante de víctimas, sí.
El Tribunal indicó que el proceso se movió entre un escenario de dubitación, donde la Fiscalía no profundizó lo necesario, se dejó llevar por la presión de obtener resultados rápidos y echó mano de lo que encontró al azar.
Al padre de la bebé lo vincularon porque su exesposa indicó que el 23 de septiembre del 2015, a las 6:30 de la tarde, él le entregó la niña con “signos menguados”.
Al día siguiente la llevó al hospital, la trasladaron a Manizales y murió el 3 de octubre, un día después de la captura del hoy absuelto.
Sin embargo, durante el juicio, ella argumentó que su expareja era responsable con la hija, cariñoso, la mimaba y hasta dormía con la menor.
Aseguró no saber qué pudo haber pasado y evitó acusarlo. “¿Cómo saber que le entregó a la bebé con signos menguados? Todo se basó en conjeturas por la consternación para hallar a un responsable.
No hay elementos contundentes de prueba y la madre mostró contrariedades”, leyó el Tribunal. El fallador llamó la atención por el comportamiento de la madre.
Si recibió a la niña en esas condiciones y durante al menos 16 horas notó que no lloraba -algo que hacía frecuentemente-, no despertaba, no comía, no se movía, no hacía necesidades, ¿por qué se acostó a dormir con ella como si nada y solo la llevó al hospital a las 9:30 de la ma- ñana del día siguiente (tal como dice en la historia clínica)?
“Es inverosímil que una madre proceda así”. El padre aseguró en juicio que se la entregó bien.
El Tribunal manifestó que entonces no fue en las manos del papá donde estuvo por última vez, sino en las de la madre. Esto la convierte en sospechosa. En un momento se afirmó que el sindicado se drogaba con solución y se enloquecía, algo que no se pudo comprobar. Él afirmó, en juicio, que desde que nació la bebé dejó de hacerlo. También se explicó que la madre vivía muy incómoda porque la niña lloraba mucho. Todas esas dudas se resolvieron a favor del procesado. Se espera una nueva investigación que aclare este caso.
El dato
La niña sufrió una hipoxia, porque le faltó oxígeno en el cerebro.
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