LA PATRIA | MANIZALES

Al manizaleño Santiago Henao Vásquez, de 23 años, sus amigos los recuerdan como el poeta, pues a través de Facebook y sus escritos les ayudó a muchos de sus contactos a espantar las tristezas y verle el lado amable a la vida.

Su vida terminó el pasado lunes, cuando murió ahogado en el río Hacha, de Florencia (Caquetá), durante un paseo con un primo, con el que vivía en esa población hace al menos cuatro meses.

David Henao, hermano de la víctima, explicó que Santiago se fue para esa parte del país a buscar un mejor futuro. Trabajaba allá en una empresa de apuestas y giros, pero se le acabó el contrato. Últimamente disfrutaba mucho yendo a ese río y al bañadero El Broche. Su primo alcanzó a hacer un video minutos antes de la tragedia, cuando el manizaleño y algunos amigos se subieron a un colchón inflable para intentar cruzar el río, pero se volteó y Santiago fue arrastrado por la corriente. Lo buscaron durante 20 minutos, sin suerte.

Viaje

El mismo lunes, su familia en el barrio La Linda decidió viajar, pero no pudieron hacerlo por la falta de tiquetes, las lluvias y cierres viales. El miércoles les informaron que hallaron el cuerpo siete kilómetros más abajo. Se cree que le dio un calambre o se golpeó con algo. Además, no sabía nadar muy bien.

Manuel Gómez, su amigo, indicó que lo llevará en el corazón, pues fue su parcero del alma. "Era amable, trabajador. Laboramos en una cooperativa. Tenía muchos sueños y pensamientos positivos. Siempre un poeta".

David recordó que Santiago estudió hasta décimo en el Universitario, se retiró por trabajo y luego validó. Fue domicilio de un restaurante de pollos y en enero laboraba con la mamá vendiendo dulces.

"Conoció muchas personas por Facebook, a quienes las animaba a vivir con sus pensamientos. Nos han llegado condolencias de varios lugares. Era alegre y optimista ante todo. El niño que nos enseñó a gozar la vida", dijo.

Sus allegados recuerdan un poema, Escalera al cielo, que publicó el viernes en la red social.

"...solo logro ver una escalera. Cada peldaño representa un tiempo que he vivido, experiencias buenas y malas que hoy me convierten en la persona que soy y que seré. Cada vez la escalera se hace más extensa, la subiré con cuidado y despacio, pues no tengo afán. Quiero que cada peldaño tenga su momento y tiempo antes de subir al otro. No sé si mis manos tenues podrán subirlos todos, pero tengo la ilusión de poder culminar este sueño, sentarme en una nube a descansar y así, tal vez, estar feliz con todo lo que hice mientras recorrí la escalera al cielo".

El dato

Se espera que hoy llegue el cuerpo del joven. El sepelio será mañana.