LA PATRIA | MANIZALES
"China, ahora vengo. Voy a hacer una vuelta", le dijo Héctor Horacio Hueso Bustos, de 38 años, a una compañera de trabajo de la cárcel de Guaduas (Tolima). Eran las 11:00 de la mañana del pasado sábado, el hombre recibió una llamada, tomó $400 mil, se despidió de su amiga y se fue.
Solo en la tarde supieron nuevamente de él, cuando se enteraron de que lo hallaron muerto en un potrero, en La Dorada. A su lado: la moto, el celular y los papeles. La plata no estaba. Una allegada manifestó que esa muerte es un misterio. No se explica qué hacía por allá, pues Hueso Bustos es natural de La Vega (Cundinamarca), vivía en Puerto Bogotá (Cundinamarca) y laboraba en la cárcel de Guaduas.
"Nos llamaron como a las 6:00 de la tarde a decirnos que lo habían asesinado en La Dorada. Marqué al celular de Héctor, un policía me contestó y dijo que lo hallaron en un potrero, con casi todas las pertenencias", explicó una allegada.
Añadió que el fallecido era prestamista en Puerto Bogotá y Honda. El sepelio se desarrolló el lunes en La Vega. Al parecer, lo asesinaron de un tiro en la cabeza.
"Era trabajador, muy correcto. Veía por su niña. Con el hijo, de 17 años, casi no compartía. Cuando vivió en La Vega tuvo una cancha de tejo y una gallero, algo que le apasionaba", indicó alguien cercano.
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