LA PATRIA| MANIZALES
Un acto de amor para no olvidar. Así denominaron la actividad simbólica de reparación para víctimas en el corregimiento de Arboleda (Pensilvania).
La Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas convocó a 200 personas de varias veredas. Participaron también la Alcaldía, la Personería, la Mesa Municipal de Participación de Víctimas y la Policía.
Se recuerda que el corregimiento fue escenario de ataques e incursiones de grupos armados ilegales. El sábado 29 de julio del 2000 cerca de 500 guerrilleros de los frentes 9 y 47 de las Farc ingresaron a la población.
Los bombardeos con cilindros y los disparos de fusil y ametralladora destruyeron la Corregiduría, el puesto de salud, las oficinas de Telecom y de la Chec; la Caja Agraria, el templo, la casa cural, la Estación de Policía, el Colegio Pablo VI y la Oficina de saneamiento ambiental.
“Este corregimiento fue objeto de numerosas acciones de las Farc, que en sus incursiones generaron miedo colectivo, muertes selectivas y lesiones a las propiedades e integridad física de la población civil”, expresó Ómar Alonso Toro Sánchez, director territorial para el Eje Cafetero de la Unidad para las Víctimas.
El funcionario agregó que las reparaciones simbólicas vienen de la mano con la entrega de las indemnizaciones económicas, atención psicosocial y la oferta institucional para las víctimas.
La corregidora, Bibiana Ortiz Bedoya, destacó el esfuerzo de la Unidad para las Víctimas en el apoyo a los procesos de reparación. “La paz solo la podemos construir entre todos, una paz duradera, sin impunidad para los victimarios”, puntualizó.
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