LA PATRIA | MANIZALES
16 años y 6 meses de cárcel pagará Gerardo Antonio Vargas Cruz por matar a su propio hermano, José de Jesús, de 80 años, en Riosucio. El caso, ocurrido el pasado 27 de junio en la vereda El Jordán, vía a Bonafont, estremeció a este municipio del occidente de Caldas, pues ese día el sentenciado también atacó a otro hermano, Gonzalo, al que dejó levemente herido.
El Juzgado Penal del Circuito de Riosucio emitió la condena esta semana. A las 7:00 de la noche de ese día, los tres hermanos estaban en la casa. Gerardo Antonio llegó hasta la habitación del hoy fallecido y cuchillo en mano lo increpó porque supuestamente hablaba mal de él. Tras una breve discusión dentro de la finca La Morelia, lo atacó y lo apuñaló dos veces en el tórax. Murió en el mismo sitio.
Gonzalo intentó reaccionar, el agresor lo hirió en la pierna derecha y huyó por unos cultivos de plátano. A las 6:00 de la mañana del día siguiente, la comunidad le informó a la Policía que el asesino pretendía huir con una pequeña maleta en la mano. Las autoridades lo interceptaron 45 minutos después y lo capturaron. Sin embargo, como la fiscal consideró que no fue una detención en flagrancia, ordenó su libertad. El homicida ya había botado el arma blanca.
Gonzalo, el herido, expresó que ese día un amigo de Gerardo llegó a la casa. "Me metí a la cocina con José. Comí, me acosté y al rato lo escuché que exclamó: me mató este h.p. Me levanté, fui a la habitación y se estaba muriendo. Pasé al corredor y Gerardo me dijo que nosotros hablábamos mal de él. Agarré un taburete para defenderme y me atacó. Lo que pasa es que ha guardado una envidia por una finca que papá dejó de herencia. Y para esa sucesión, que vale $5 millones, nunca quiso aportar", relató el sobreviviente.
El amigo del homicida manifestó que él le confesó que había matado a su hermano por un problema, que no tenía más alternativa. "Me dijo, si usted es buen amigo, me visita a la la cárcel, porque me voy a entregar".
En audiencia del 1º de julio, ante el Juzgado Segundo Promiscuo Municipal con función de control de garantías, le imputaron cargos por homicidio agravado. El sujeto, de 65 años, los aceptó y lo mandaron para la cárcel.
El juez indicó que era de tanta contundencia de la prueba recopilada, que no tuvo más remedio que aceptar cargos por anticipado y evitar un desgaste innecesario de la justicia. Como no se detuvo en flagrancia, se le aplicó la rebaja de pena.
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