LA PATRIA | MANIZALES

Verónica Alzate recordó que la neblina era muy espesa. "No se veía ni a 10 metros". A esa hora, las 5:45 de la mañana de ayer, el conductor del bus escalera rojo, marca Ford, modelo 1960, les dijo a los pasajeros que lo mejor era detenerse un rato. Sin embargo, ya era tarde.

Cuando el automotor, que llevaba a al menos 58 trabajadores de Aguadas para los cultivos de aguacate en Pácora, quiso parar, la banca del lado derecho de la vía cedió y el vehículo se fue a un abismo de unos 50 metros.

El anuncio de lo que sería una tragedia empezó en Pácora a las 6:00 de la mañana. A esa hora los bomberos les dieron dos toques a la sirena, lo que indicaba que había un accidente en la jurisdicción. Bomberos, Defensa Civil, Policía y ambulancias del municipio arrancaron con rumbo al sitio del percance. Luego llegaron los de Aguadas.

Luto

A las 6:10 de la mañana, se hablaba de tres muertos: dos mujeres y un hombre. Además, 35 heridos, llevados a la ciudad de las brumas. Sin embargo, el servicio del hospital San José colapsó y tuvieron que enviar personas hacia el Santa Teresita, de Pácora. Los corrillos en ambas poblaciones no se hicieron esperar, sobre todo en Aguadas, de donde eran los ocupantes del vehículo.

"Solo se oían gritos de auxilio. Los que salimos ilesos nos pusimos a ayudar a los demás. De las fincas del sector llegaron campesinos a colaborar. Se veían pasajeros con heridas en los ojos y en la cabeza", expresó ayer una sobreviviente, mientras le hacían curaciones.

Otro ocupante aseguró en la tarde que iban al menos 100 personas, unas sentadas sobre otras. LA PATRIA constató que la tarjeta de propiedad establece un cupo de 40 pasajeros para el bus escalera. Por eso la gente se preguntó dónde está el control de la Policía de Aguadas para permitir que ese carro saliera con sobrecupo.

Alejandro Valencia aseguró al canal local que iba en el capacete y el vehículo lo botó. "Salí a socorrer a los compañeros. Por lo oscuro no se veía la gente que pedía ayuda".

Rescate

A los 6:15 llegó la primera ambulancia al lugar, donde solo quedaban pedazos de la cerca que delimitaba el potrero por donde se deslizó el bus escalera.

Habitantes de la vereda expresaron que la noche del lunes llovió mucho, lo que pudo debilitar la banca de la carretera.

En ese momento hallaron las primeras dos víctimas. Los organismos de socorro trataban de voltear el automotor para ver si debajo había más personas.
"La chiva salió a las 5:00 de la mañana de Aguadas. En el camino recogió a algunos trabajadores de las aguacateras. Una señora, de nombre Luz Dary, que falleció, se subió cinco minutos antes del accidente. A otra que murió le decían la Negra, del barrio Renán Barco", relató a esa hora un sobreviviente.

A las 10:20 de la mañana, el reporte de la Unidad Departamental de Gestión del Riesgo era de cuatro fallecidos y 18 pasajeros trasladados a hospitales de Manizales. Los restantes heridos quedaron en Aguadas y Pácora.

Sobre el mediodía la cifra de muertos era de cinco: Paula Andrea Hurtado Henao. Rubiel de Jesús Candamil Candamil, Sebastián Alzate Grisales, Luz Dary Franco Orrego y William Escalante Escalante. Este último pereció cuando lo trasladaban a la capital de Caldas.

El reporte médico habló de 55 pacientes, dos que llegaron sin signos vitales. Tres entraron en estado crítico y los remitieron para Manizales. En el camino falleció Escalante Escalante. 35 estaban pendientes de radiografías.

La entrada del hospital de Aguadas era un mar de lágrimas. Familiares de los fallecidos y los heridos esperaban noticias de sus seres queridos. El sitio tuvo que ser acordonado.

El alcalde, Óscar Yhony Zapata, lamentó lo ocurrido y aseguró que es responsabilidad de las autoridades nacionales, departamentales y municipales asumir que la vía Salamina-Pácora-Aguadas-Bocas requiere acciones inmediatas.

Hoy Aguadas amaneció de luto, pues un accidente se llevó los sueños de cinco trabajadores que querían lo mejor para sus familias.

Para recordar

El pasado 11 de noviembre, un camión que viajaba entre Pácora y Manizales, cargado con cinco toneladas de aguacates, rodó por una ladera de la vereda Ginebra (Pácora), a 13 kilómetros del municipio. En el siniestro falleció el conductor, Fabio Osorio Valencia, de 50 años. La vía estaba lisa y como llovió, la neblina se tornó espesa. Eso habría originado que tuviese poca visibilidad, por lo que se salió de la carretera y rodó.

Lista de heridos

Ubeimar Valencia (Manizales)

Mónica Gallego (Manizales)

Marco Orrego (Pácora)

Diana Marcela González (Pácora)

Jhon Faber Cifuentes (Pácora)

Paula Yuliana Quintero (Pácora)

Francy Elena Valencia (Pácora)

Sandra Milena López (Pácora)

Hugo Ferney Valencia (Pácora)

Blanca Aurora Arbeláez (Pácora)

Rubia Lilia Rincón (Salamina)

Paula Andrea Ocampo (Salamina)

Samir Eulises García (Salamina)

Julián Valencia (Salamina)

Bibiana Patricia Zapata (Salamina)

Luisa Fernanda Correa (Manizales)

Yamileth Machado Cardona (pendiente ayer de remisión)

Leomar Jesús Mota Pereira (pendiente ayer de remisión)

Nota: a Verónica Alzate, Alejandro Valencia y Carlos Arturo Martínez les dieron de alta.

Los muertos de este año por invierno

• 18 de enero. Un alud de tierra, en el sector de La Cuchilla, en Neira, acabó con la vida de tres primitas: las mellizas Salomé y Valentina López Castañeda, de 4 años; y Estefanía Sierra Castañeda, de 5. Jorge Eliécer López Castañeda, de 6, sobrevivió.
• Marzo 2. En la vereda Chuscal, de Chinchiná, falleció José Adalberto Betancur Díaz, de 57 años. Se escampó debajo de un árbol, una rama cayó y lo elevó varios metros.
• 7 de marzo. Samuel Andrés Betancur Restrepo murió en la vereda La Miel, cerca de la finca La Julia, vía Manzanares-Pensilvania. Manejaba un doble troque cargado con madera, La banca cedió por las lluvias, trató de estabilizar el vehículo, abrió la puerta y rodó unos 200 metros.
• Pasado domingo. Ómar Quintero perdió la vida en Montebonito, corregimiento de Marulanda, cerca de la vereda Santa Clara, cuando un derrumbe lo tapó mientras se desplazaba en su motocicleta.

Dicen los expertos

Los conductores deben tomar precauciones al conducir con neblina.

• Manejar en esas condiciones pone a prueba todos los sentidos y la capacidad de conducción defensiva.
• La percepción visual tardará un tiempo extra en percibir los peligros.
• La neblina, al igual que la lluvia, moja el pavimentos, formando una capa de agua en extremo deslizante, altamente resbaladiza, sobre la cual pierden la adherencia las llantas hasta en un 50%.
• Verifique que las gomas de los limpiaparabrisas no estén gastadas.
• Baje la velocidad del vehículo. Si la visibilidad es menor a los 100 metros, conduzca con las luces bajas.