Para robar dice que es guerrillero

LA PATRIA | MANIZALES

Manipular psicológicamente a sus víctimas para atemorizarlas y robarlas. Esa es la estrategia que utiliza un sujeto, quien se hace pasar por un supuesto guerrillero del Caquetá.

Aseguran que centra sus fechorías principalmente en el Parque Caldas, de Manizales, y en algunas busetas, a las que se sube armado.

Camilo departía con una amiga, el pasado domingo, frente al Parque Caldas. Eran las 6:30 de la noche y un sujeto le dijo que, por favor, le indicara cómo llegar al Centro Comercial Fundadores.

La víctima dejó a su acompañante y avanzó unas dos cuadras con el tipo, quien sospechosamente lo indagó sobre distintos asuntos personales. ¿Qué estudiaba? ¿Dónde vivía? ¿Tenía equipos de comunicación? ¿Cuánto dinero llevaba? Camilo le contó que tenía $20 mil y un celular.

"Le voy a decir la verdad. Soy guerrillero del Décimo Frente de las Farc. Mi función es reclutar gente para los camaradas en Florencia (Caquetá). Pero si me da el celular y la plata, yo me hago el bobo y les digo que no encontré a nadie".

Luego, lo atemorizó con algunas advertencias: "Pelao, no vaya a hablar, no haga bulla, no corra, ni me sapeé. Miré lo que tengo aquí. (Le hizo tocar un bulto en su pantalón, que aparentaba ser un revólver, pero no sabe si era real)".

A continuación le señaló el andén del frente y le dijo: ¿Si ve ese man que está allá? También está armado, así que ni se le ocurra hacer algo, porque lo matamos aquí. Lo vamos a vigilar".

Frente a las amenazas, Camilo se pasmó. No supo qué hacer y simplemente le entregó sus pertenencias.

Camilo es solo una de sus víctimas. Otros, quienes optan por omitir su identidad, aseguran que este delincuente aplica la misma metodología para robar en los buses que van hacia El Cable, Peralonso y Bengala.

Responde la Policía

El coronel Javier Sierra, subcomandante de la Policía Metropolitana, aseguró que conoció del caso por reportes de los medios de comunicación, pero que formalmente ninguna víctima ha denunciado. Añadió que es posible que esté fuera de la ciudad, ya que puede ser un delincuente migratorio: hace sus fechorías y cambia de lugar para evadir a las autoridades. Además, invitó a los afectos a denunciarlo.

Rasgos

Quiénes lo han visto aseguran que es de 1,80 metros de estatura, delgado, trigueño, como señales particulares tiene un problema en su ojo derecho y habla con acento valluno. Cuentan que anda con un morral blanco con morado.