No hay certeza sobre muerto de Asís

LA PATRIA | MANIZALES

Tras la recuperación del cuerpo de Héctor Adrián Arias, su familia podrá tener la tranquilidad de que ya lo tienen con ellos, aunque no como esperaban. Ahora les solicitan a las autoridades que agilicen las investigaciones para determinar las causas y a los culpables de su muerte.

Hay versiones extraoficiales sobre el caso. Según una hija del occiso, los culpables serían dos hombres que lo agredieron a él y a Jeison, un primo de la actual compañera sentimental de su papá. "Él salió corriendo luego de recibir una puñalada, resbaló y fue a dar a un caño de aguas negras que pasa por el barrio Asís", contó.

Por otra parte, una cuñada del hombre dijo, en la primera versión que se conoció, que  el autor de la agresión había sido un solo sujeto, que en una riña chuzó en el pecho a Arias, este escapó. El agresor le intentó disparar con un revólver, pero su familiar se opuso.

Así mismo, se conoció que el hombre pudo haber sido empujado, luego de que lo hirieron de gravedad, pues en el momento que le hicieron el levantamiento, tenía varias heridas en piernas, pecho y cabeza, pero las rocas en la quebrada, pudieron haber ocasionado estos golpes.

La hija de Héctor Adrián explicó que un día antes de los hechos, él le pidió a su primera esposa que lo dejara volver a su hogar, pues no soportaba el maltrato al que lo sometía su segunda mujer.

El domingo fue a su casa a recoger sus pertenencias, ella, con quien convivió tres años, le dijo que el bebé de ocho meses que tenían no era de él, lo que lo entristeció y se fue a beber a un bar en la Plaza Alfonso López.

Una vez allí, Jeison pasó a recogerlo y le pidió que lo acompañara al barrio Asís. Allí fue la última vez que lo vieron con vida. Ahora las autoridades tendrán la responsabilidad de esclarecer la muerte del hombre que duró seis días desaparecido.

La recuperación del cadáver
Los organismos de socorro de Manizales recuperaron el cuerpo de Héctor Adrián el sábado en la tarde en la Quebrada Olivares por la salida a Neira, en el sector conocido como Las Marraneras.
Al occiso lo encontró un grupo de jóvenes que vieron el cadáver flotando. El rescate se dificultó debido a que la zona es de difícil acceso por ser boscosa y empinada.