Minero murió sepultado en socavón de La Felisa

"No se meta a ese hueco que eso se está derrumbando", le recomendó Nubia Andrea a su novio César Augusto Marín Salazar, de 18 años. Ella se refería a que no entrara a la mina en la que trabajaba. El joven, por la necesidad, hizo caso omiso y el lunes a las 3:00 p.m., entró el socavón ubicado en el sector El Palo, en La Felisa.

El temor de la novia se cumplió. Un alud se le vino encima y lo mató. Otros dos compañeros, que también quedaron atrapados, se salvaron.

Nubia Andrea narró que César Augusto salió a trabajar desde las 7:00 a.m. "Se levantó muy contento y decía que tenía tanta felicidad que no le cabía en el pecho".

La última vez que hablaron fue a las 2:00 p.m., cuando ella le llevó el almuerzo. "Luego volvió a meterse al hueco. Después sentí el alboroto y era que eso se había derrumbado".

Desesperada, la mujer comenzó a llamarlo, pero César Augusto no le respondía. Cuando lo sacaron ya estaba muerto. El reporte médico indica que el joven minero tuvo trauma en las costillas y murió por asfixia.
 

Dos heridos

Dice Nubia Andrea que si su novio se hubiera quedado adentro de la mina se hubiera salvado, pero él intentó salir y ahí fue cuando lo cogió el derrumbe.

Sus otros dos compañeros se salvaron. Uno quedó atrapado de las piernas hacia abajo y al otro lo tapó la tierra, pero quedó bajo agua lo que ayudo a enjuagarse y después salir.

A Marín Salazar le hicieron el levantamiento en el lugar, mientras sus compañeros lloraban y renegaban porque no lo pudieron salvar.
 

El minero

César Augusto Marín Salazar sacaba oro en las minas desde los 11 años. Soñaba con irse a trabajar a Buenaventura, acompañado de su novia. Ella dice que era un joven alegre, amoroso, trabajador y responsable. César Augusto no alcanzó a recibir la noticia de que iba a ser papá. Justo el día de su muerte su novia le iba a decir.