LA PATRIA | MANIZALES

La muerte del riosuceño Duván Gañán Ladino, de 60 años, es un misterio. Al hombre lo asesinaron en Pereira, en la madrugada del pasado lunes, a la salida del hotel Capri, donde trabajaba.

"Solo él y el homicida saben qué pasó. Dicen que porque no quiso pagarle la habitación, pero todo usuario debe cancelar antes de entrar", indicó un compañero del caldense.

Los hechos ocurrieron en la calle 20 con carrera 10, a las 3:50 de la madrugada. Gañán Ladino era el administrador del establecimiento desde hace ocho años. Los vecinos indicaron que un hombre, acompañado de tres personas más, no quiso pagar el servicio, discutió con el caldense y luego lo apuñaló en siete ocasiones.

Al parecer, el administrador hirió primero con un machete, en una mano y en la cabeza, a su agresor.

Tirado

La Policía de Pereira explicó que llegó al sitio, tras la llamada de la comunidad, y encontró a Duván gravemente herido y tirado en el piso. Lo trasladaron al hospital San Jorge, donde murió por la gravedad de las heridas, especialmente una del cuello. Allí estaba el agresor, quien también recibía asistencia médica. Les dijo a los uniformados que las heridas las recibió en una pelea con Gañán Ladino.

"Nadie sabe qué pasó. A esa hora no se ve gente por ahí. Quizá Duván encontró al tipo consumiendo vicio y le llamó la atención", añadió el compañero del caldense. La víctima deja dos hijos. Vivía en el barrio Los Lagos, de Dosquebradas, con su esposa y su hija menor.

Sus amigos y familiares lo recuerdan como un excelente hombre, una gran persona, amable, servicial, trabajador, serio y que no se metía con nadie.

Sueños

El jefe del caldense indicó que hace muchos años vivía en Pereira y siempre trabajaba por la noche. "Nunca había tenido problemas con nadie. Su sueño era pensionarse y celebrarle por todo lo alto los 15 años a su hija, que los cumple el próximo 3 de junio".