LA PATRIA | MANIZALES
Hasta la morgue del Hospital San Vicente de Paúl, de Anserma, llevaron el pasado 28 de julio el cuerpo sin vida de John Fredy Carmona Carmona, de 42 años de edad. En un principio ingresó como N.N. y por su aspecto se pensó que era un indigente. Tenía heridas en varias partes del cuerpo, producidas con arma de fuego.
El cadáver lo descubrieron algunos campesinos, cerca a la cancha de fútbol del municipio de Risaralda, en la vereda Písamo, finca La Colmena. Se desconocen la hora y los móviles de este homicidio.
Pese a que el cuerpo permaneció en la morgue, nadie lo reclamó, por lo que lo identificaron mediante las huellas dactilares. Se supo que es natural de Támesis (Antioquia) y, al parecer, residía en Pereira antes de llegar hasta Risaralda, donde encontró la muerte.
Como la morgue no cuenta con equipos para la conservación de cadáveres tuvieron que sepultarlo en el cementerio San José, de Anserma, pues ningún familiar lo reclamó.
Las autoridades hacen un llamado a quienes lo conozcan para que les avisen a los allegados y puedan sepultarlo en su tierra natal. De igual manera, para adelantar una mejor investigación de este homicidio.
Un cadáver se declara como N.N. cuando, al hacer la inspección técnica, no le encuentran documentos. Al llegar a la necropsia, el cuerpo es fotografiado, se registran señales básicas como tatuajes, cicatrices, manchas, entre otros. Además, se toman las huellas de los dedos, carta dental y muestra de sangre para una futura prueba de ADN.
En caso de aparecer un posible familiar, lo entrevistan para comparar datos y establecer si puede o no reclamar el cuerpo.
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