LA PATRIA | MANIZALES

En el 2015, Alexánder Álvarez Herrera firmó un contrato de prestación de servicios con la Alcaldía de Norcasia. Su labor: apoyo a la gestión como enlace de la población desplazada y víctima de la violencia del Municipio.

El valor: $13 millones 500 mil, para ganarse $1 millón 500 mil, mensual, entre abril y diciembre de ese año.

Sin embargo, parece que esos recursos no fueron suficientes para él. Aprovechó su puesto para pedirles dinero a personas de la población que querían acceder a subsidios del Gobierno Nacional. A un hombre y a una mujer les solicitó de a $300 mil para volverlos beneficiarios y asignarles el código para reclamar las ayudas.

El señor accedió. La mujer vio algo ilegal en el ofrecimiento y lo denunció ante la Fiscalía. Ayer, el Tribunal Superior de Manizales (TSM) ratificó la condena a cinco años que le dio un Juzgado de La Dorada por concusión.

Además, seguirá recluido en la cárcel de Honda, pues le negaron la solicitud de detención domiciliaria y permiso para trabajar.

Argumentó que tiene una hija, que sus padres no pueden laborar por enfermedad y que su excompañera se desentendió de la obligación. Por eso aseguró que es el único que puede responder por ellos.

Alexánder no asistió a la audiencia. Desistió de la posibilidad de acudir. Ayer se indicó que el hoy condenado laboró en ese cargo entre el 2012 y el 2015. Tras la denuncia de la afectada, lo llevaron a audiencia el 19 de febrero del 2016. Aceptó los cargos, pero no lo mandaron para la cárcel. Cuando se leyó la sentencia se ordenó su detención. Su defensa apeló ante el TSM porque consideró que se le debía bajar la pena y otorgar el beneficio de prisión en su casa.

Abusó

El Tribunal recalcó que Alexánder abusó de sus funciones y de que estaba ubicado en un lugar privilegiado para darse el lujo de designar a quiénes podían recibir las ayudas.

Negó la domiliciaria porque los padres del condenado, de 48 y 54 años, no son discapacitados y están en edad de trabajar. Además, sí hay quién cuide a la menor de edad, pues no está al lado de personas extrañas.