LA PATRIA | MANIZALES
El pasado domingo se evitó un posible homicidio en Manizales. Un hombre, de 30 años, y su compañera, de 23, fueron detenidos por la Policía en la madrugada por portar un armar de fuego cuyas balas estaban recubiertas de cianuro. Es decir, si le dispararan alguien, la persona moriría por los impactos de los proyectiles o por la acción del veneno.
La aprehensión se dio en la Avenida Centenario, a la hora del cierre de los establecimientos de diversión de la ciudad.
De nuevo, la información de la comunidad fue vital. Un ciudadano llamó a la Policía e informó de movimientos sospechosos. Tres patrullas acuden al llamado y salen en busca de un taxi con cuatro pasajeros.
Las autoridades aplicaron el denominado Plan candado e interceptaron el vehículo por el Hospital Santa Sofía, frente a la estación de servicio.
Requisaron a las dos parejas que iban en él. En el bolso de una mujer palparon la presencia de un arma de fuego. El uniformado le preguntó de quién estaba acompañada y, al responder y señalarlo, el hombre huyó del procedimiento.
Un policía corrió detrás de él y lo alcanzó en una zona boscosa; tras un forcejeo redujo al sospechoso y lo capturó. El arma oculta en el bolso de la mujer era un revólver Casidy, con seis cartuchos calibre 38 tipo dum dum, recubiertos de la sustancia tóxica.
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