Las penurias de un caldense en una cárcel china

LA PATRIA | MANIZALES
 

Por carecer de antecedentes penales en Colombia y por su buen comportamiento, el mercedeño Guillermo Álvarez Castrillón, encarcelado en China desde el 16 de noviembre del 2010 por ingresar 4.800 gramos de cocaína, se salvó de morir.

Así lo contó Juan Carlos Pérez Vásquez, Personero de Manizales. El 16 de marzo del 2013, el caldense pasó de tener una sentencia de muerte a recibir cadena perpetua. Ahora le modificaron la cadena perpetua por 18 años y seis meses de prisión.

La mala noticia para él es que los cinco años que lleva recluido no se los descontarán. Eso quiere decir que Álvarez Castrillón, quien hoy tiene 56 años, saldrá de prisión cuando cumpla 74 años y seis meses.

El infierno terrenal

Lo que en sus inicios padeció Guillermo Álvarez Castrillón es lo que, posiblemente, le tocará repetir a la modelo paisa Juliana López Sarrazola. "El drama para ella y familia apenas comienza”, aseguró el Personero de Manizales.

Según el funcionario, en tres meses le notifican la pena de muerte o cadena perpetua, mientras la dejan en una guarnición. Mientras tanto, López Sarrazola estará incomunicada con su familia. El único contacto que le permitirán será con representantes del Consulado de Colombia en China para que sirvan de intermediarios con su familia, con la Cancillería y con la Personería de su ciudad de origen, si decide intervenir.

Ella deberá contratar un abogado para que le ayude a recoger pruebas en Colombia, con las que le demuestre a la justicia china que no es narcotraficante, como pasó con Guillermo, quien se vio tentado a llevar la droga en un momento de desespero: lo acosaban las deudas y estaba desempleado, pero con el tiempo se probó que era un artista callejero.

Ese arte y fabricar sillas le han permitido al reo caldense sobrellevar el calvario de sus días, no enloquecerse y, en cambio, distraerse. De paso, rebajar el tiempo de la pena, ya que el dolor siempre tiende a incrementarse.

Estando preso murió su padre en medio de la angustia por su compleja situación. No pudo venir a su última despedida, narró Pérez Vásquez. A esas penas se suma que enviar pruebas desde Colombia hasta China es engorroso. "Se recogían en enero y llegaban en septiembre”, aseguró.

Otra dificultad que tuvo Guillermo fue el idioma. “No es fácil dar con un abogado defensor que sepa español. A veces les pasan documentos en la prisión para firmar, pero no saben ni lo que estampan”, explicó Pérez Vasquez.

Hoy no existe un tratado entre China y Colombia que permita repatriar a los detenidos por tráfico de drogas para que cumplan su condena en nuestro país, como si existe entre China y España.

Eso dificulta la situación de 115 colombianos que están encarcelados en China por ese delito. De ellos, 15 están sentenciados a pena de muerte y 18 a cadena perpetua, según el Personero.

Penas y más penas

Desde hace seis meses a Guillermo Álvarez le autorizaron recibir una visita mensual. Sin embargo, la situación económica de su familia, le impide viajar. También le permiten una llamada al mes de 20 a 22 minutos.

En una de esas comunicaciones, Guillermo le contó al Personero de Manizales lo compleja que es la alimentación en la prisión, ya que solo les dan arroz y repollo. Por todo lo anterior, el caldense invitó a la comunidad a reflexionar para no cometer esos errores, que al final, dañan la vida.