La somnolencia también es incapacidad de resistir

LA PATRIA | MANIZALES

Basado en un concepto de la Corte Suprema de Justicia, el Tribunal Superior de Manizales condenó al capitán del Ejército Daniel Ancízar Muñoz, a 12 años de prisión por acceso carnal o acto sexual abusivo con incapaz de resistir.

Al militar lo absolvió un juzgado en primera instancia. El caso ocurrió en junio del 2010, en el batallón Bárbula, de Puerto Boyacá (Boyacá).

La mujer ingresó a la guarnición militar para cursar su año rural. En el trayecto entre el lugar donde almorzaba y su sitio de trabajo conoció a Muñoz, quien la empezó a transportar.

El hombre, al parecer, comenzó a mostrar sus intenciones sentimentales, una vez trató mal a un soldado de menor rango por acercársele a ella y le mencionó que si no le podía hacer nada a ella, sí lo haría con los que estaban bajo su mando.

Una noche, en una reunión que se llevó a cabo en el casino de oficiales y suboficiales, ella se le acercó y le preguntó la razón para que dejara de hablarle, por lo que él le dijo que no podía verla como una simple colega.

Hacia las 4:00 de la mañana del día siguiente, ella y un uniformado con quien compartía habitación llegaron a dormir. Minutos después arribó Muñoz, forcejeó con la mujer hasta evitar que se pudiera mover y la abusó.

El testigo poco pudo hacer, pese a que intentó evitarlo, pues las copas y el cansancio no se lo permitieron y un empujón del hoy condenado fue suficiente para evitar su intervención.

Al día siguiente, la víctima notó que estaba sin ropa interior por lo que recogió las sábanas y las entregó como pruebas de ese abuso.

El Tribunal revocó la decisión y condenó al militar. Argumentó que este celó a su víctima y no hubo pruebas de un interés amoroso recíproco. Tampoco se comprobó el ingreso de Muñoz a la habitación con consentimiento de la mujer.

Según el Tribunal, el oficial aprovechó su posición como capitán y comandante de un contingente, ella no departió esa noche con él, salvo por una cerveza que le ofreció y en primera instancia solo se tuvo en cuenta el estado de embriaguez de la víctima y del testigo presencial.

Aunque se demostró que ella consumió poco licor, la larga jornada laboral provocó su cansancio. Esto fue importante para determinar que la incapacidad de resistir también se pudo dar por la somnolencia de la afectada, pese a que le pidió al oficial que se detuviera.

El militar tendrá que pagar la condena en un centro carcelario. Sin embargo, le queda el recurso de casación ante la Corte Suprema de Justicia, con el que se decidirá en una nueva instancia si lo absuelve.