Habitantes de calle fueron encarcelados por jíbaros

LA PATRIA | MANIZALES

Harapientos, mugrosos, somnolientos y con un fétido olor que parecía combinar sudor, pecueca y grajo, así llegaron a la audiencia de legalización de captura 9 habitantes de calle que integraban una banda encargada de distribuir droga al menudeo en el sector de La Galería, quienes fueron encarcelados.

Primero usaban las residencias para vender drogas, pero como el Estado les hizo extinción de dominio, las cabezas del negocio cambiaron de estrategia para seguir lucrándose de la adicción de otras personas sin ser pillados por las autoridades.

Hace más de dos años reclutaron indigentes adictos y los pusieron a comercializar estupefacientes en pequeñas cantidades en el populoso sector de la Galería, un acertado método para evadir la acción policial, ya que por eso no los podían detener. “Por cada diez papeletas de bazuco que vendían, les pagaban con una, ni siquiera les daban plata”, narró uno de los investigadores de la Sijin quien les venía siguiendo los pasos desde noviembre de 2013.

Para recolectar las pruebas necesarias para judicializarlos, la Fiscalía y la Policía Judicial se infiltraron en la zona vestidos de civil y en algunas ocasiones haciéndose pasar como compradores, como conductores de carros que circulaban por allí. También entrevistaron a muchos consumidores. Pero las pruebas más contundentes se recogieron con cámaras ocultas de seguridad que las autoridades tenían en esa zona de tolerancia.

Fue así como evidenciaron las diferentes mañas que usaban para evadir a las autoridades, pero también que estos individuos lo único que deseaban era lucrarse y saciar su adicción, muchas veces sin importarles que sus compradores eran niños. Para ellos tampoco era inconveniente vender drogas en presencia de madres que llevaban sus hijos cargados. Todo eso quedó registrado en video y fue exhibido en la audiencia por los investigadores.

Los indigentes jíbaros escondían las papeletas de bazuco en las medias, los zapatas, los calzoncillos, las alcantarillas, las costuras de las camisas, los contadores de energía, las puertas de las casas y hasta en los senos, como lo hacía La Canaria.

A la cárcel

Después de más de cinco horas de audiencia, la Juez Cuarta Penal Municipal con función de control de garantías, atendió la solicitud de encarcelar a los 9 imputados hecha por la fiscal. Argumentó que sus acciones eran graves porque afectaban la salud pública. Además, los comerciantes y residentes, personas de bien de La Galería, clamaban para sacaran de circulación a estos personajes, a quienes consideró un peligro para la sociedad, ya que se lucran de la enfermedad de los demás y no discriminan ni siquiera a los niños para involucrarlos como adictos.

Todos eran proclives al delito, ya que varios contaban con antecedentes judiciales y no mostraban interés de cambiar. Según la fiscal, la prisión les caerá muy bien para que, por lo menos, reciban tratamiento para su adicción e intenten enderezar su camino. Las detenciones son apenas del eslabón más bajo de la red de distribución al menudeo, falta que agarren las cabezas de la organización.

El dato

La mayoría de los habitantes de calle jíbaros capturados no tenían arraigo, ya que carecían de familia y vivían en residencias de paso y de mala muerte.

Curiosidades

Durante la audiencia los policías y la juez llamaron la atención de los imputados en muchas ocasiones porque todo el tiempo hablaban, se dormían, recochaban y eran groseros con la autoridad. Uno de los defensores le pidió paciencia a las partes de la audiencia porque los detnidos estaban cansados, hacinados y eran personas sin educación.

La cifra

58 gramos de cocaína fueron encontrados en una vivienda allanada, previo a las capturas de los indigentes jíbaros.