LA PATRIA | MANIZALES
"Salen del país y dicen que van de turismo o a estudiar. No podemos identificar que viajan a trabajar como gota a gota. Lo claro es que esa labor es perseguida en otros países. El que se va a eso, sabe del riesgo". La respuesta es del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, al indagarle por lo que se hace para evitar que los nacionales partan a diferentes países para desempeñarse como cobradores.
Este oficio, por llamarlo así, ha cobrado la vida de al menos ocho caldenses en los últimos cuatro años: cinco en accidentes de tránsito durante su labor y tres asesinados. Además, según el Ministerio, se conoce de cinco detenidos de este departamento por estafa (1), fraude (1) y extorsión (3), que es donde cabrían los que se dedican a gota a gota y/o usura.
Esta modalidad de préstamos informales con altos intereses y abonos diarios ha cautivado a caldenses, sobre todo del norte del departamento, que se han ido a países como Brasil, Perú, Ecuador, Bolivia, El Salvador, México, Guatemala, Chile y Argentina a ejercer la ilegal práctica.
"Estuve un par de años en Ecuador. Conseguí un dinero, preferí regresarme y no buscar más lo que no se me ha perdido. Me compré una camioneta y ahí la estoy trabajando en Manizales", relató un habitante de Bosques del Norte, que laboró como cobrador.
Un caldense, que trabaja como cobrador en México, le contó a LA PATRIA cómo llegó al país azteca y cómo es su día a día. "Esto está inundado de colombianos. Los patrones duros son de Aranzazu", manifestó, al tiempo que añadió que de Caldas cuenta al menos unos 30, la mayoría del norte: Aranzazu, Pácora, La Merced, entre otros. También de Chinchiná y Manizales.
"Uno trabaja cobrando lo del gota, pero también se le paga a la Policía, a la Migración en el aeropuerto para que lo dejen entrar. Es un negocio redondo. Llevó cuatro años en esto. A uno lo contactan y le preguntan si quiere laborar. Lo mandan a sacar el pasaporte, luego el patrón le compra los tiquetes. Todo se lo prestan: lo del vuelo y la vacuna a la llegada", relató.
La mayoría sale por la tarde a trabajar, hasta que termina de cobrarles a todos los clientes en su ruta. Cuando se viaje deben unos 18 mil pesos mexicanos ($2 millones 765 mil). En Migración cobran entre 12 mil y 15 mil pesos mexicanos.
"Me han tratado de robar la moto, apuntándome con armados. Me han quitado la plata. Me suben a patrullas de la Policía y me incautan el dinero. Si no porto una determinada cantidad, se llevan el celular. A un conocido lo secuestraron trabajando, pidieron rescate y no sé si el patrón no pagó, pues hallaron los meros huesos".
Añadió que se enfrentan a los ladrones o a los mismos clientes que pueden mandarlos asesinar. "Eso depende de las zonas donde toque trabajar. A diario entran a México unos 15 de nuestro país. Por eso en Migración están jodiendo más. Los llaman anticolombianos. Hay patrones que le prestan a uno para arrancar, a un año, y apenas se libre eso, las ganancias son en compañía. Se les presta a los clientes al 20%, a 20 días. Si se demora, se le cobran más intereses. Si tarda más, existe una mafia que cobra por ir a cobrar".
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia remató con que realiza campañas en redes sociales, no contra el gota a gota, sino para que los colombianos respeten las leyes de los países a los que viajan.
"Que cuiden su vida. 15 mil 153 nacionales están presos en el extranjero por fraude y estafa. No sea usted uno más de las estadísticas".
El mes pasado, la Policía de Perú detuvo a 11 colombianos por usura y coacción, pues les prestaban dinero a comerciantes, con intereses por encima del máximo legal permitido.
150 caldenses permanecen detenidos en cárceles de 13 países, por diferentes delitos. 92 por narcotráfico, la mayoría de Manizales.
En abril del 2015, en Salamina, condenaron a un hombre que le prestó dinero a una mujer al 10%. El Juzgado Penal del Circuito de ese municipio lo sentenció a cuatro años de cárcel y a pagar una multa cercana a los $45 millones.
Jenny Paola Martínez, de 29 años, a quien llamaban Pechus en su natal Supía, falleció en un accidente de tránsito en Bolivia. Era natural del sector de La Loma. La caldense iba de pasajera en una moto y el conductor se estrelló contra un microbús. La peor parte la llevó la mujer, que murió minutos después ante la gravedad de las heridas.
Jhon Freddy Ruiz Murillo, de 30 años, del barrio El Nevado (Manizales), pereció en un accidente de tránsito en Belo Horizonte (Brasil), a donde viajó nueve meses atrás para trabajar como cobrador. Five, como lo conocían en el barrio, soñaba con darle una casa a su mamá. Antes de viajar trabajaba en Palermo en un edificio, conoció una familia que le ayudó a irse para Brasil.
Edwin Danober Vásquez Montes, de 29 años, natural de Anserma, falleció en Curitiba (Brasil). Partió hacia ese país en busca de mejores oportunidades laborales. Sufrió un accidente de tránsito.
Gilberto Aguirre Serna, de 42 años, partió de su natal Neira tres años atrás en busca de nuevas oportunidades. Superó problemas personales en Colombia que lo tuvieron al borde del abismo y consiguió trabajo como cobrador en Ponta Grossa, municipio brasileño ubicado en el centro del estado de Paraná (Brasil). Murió en moto.
El manizaleño Alejandro Giraldo González, de 36 años, se mató en un accidente en moto en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia). Chocó contra un elemento fijo. Llevaba tres años en ese país, donde laboraba como prestamista.
Carlos Arturo Marulanda Orozco, de 28 años, natural de Manizales, fue asesinado junto a cuatro colombianos más en Córdoba, estado de Veracruz (México). Los desaparecieron desde el 12 de noviembre de ese año. Al caldense, que llevaba cuatro meses allí, lo reconocieron por carta dental y una cicatriz en la rodilla derecha. Laboraban como gota a gota y los encontraron semidesnudos, con huellas de tortura, vendados del rostro y maniatados.
En Porto Velho, ciudad en el centro de Brasil, asesinaron al pacoreño Héctor Adrián Castañeda Barrera, de 21 años. Un familiar explicó que varios jóvenes del municipio se fueron a buscar un mejor futuro. La propuesta de trabajo siempre fue la misma: trabajar como comisionistas prestando plata gota gota. Lo habría asesinado un cliente.
A Daniel Ramírez Murillo, de 26 años, natural de Manizales, lo asesinaron en Perú. Lo hallaron en una playa. Su familia contó que fue engañado. Viajó con la promesa de trabajar en una multinacional y terminó cobrando gota a gota.
El gota a gota es la modalidad de usura que afecta a quienes acceden a créditos informales con intereses que superan el 120 por ciento anual, cuando lo permitido, actualmente, es 33,51%. Antes de solicitar un préstamo, indague y compare varias alternativas de financiamiento en el sector formal. Busque opciones de créditos blandos en organizaciones como los fondos de empleados, cooperativas o cajas de compensación familiar.
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