Golpean y atracan a pensionado en su casa en Salamina

LA PATRIA | MANIZALES

Para Uriel Gómez Londoño, un pensionado salamineño de 74 años, la noche del pasado martes fue de angustia y dolor, ya que al parecer dos sujetos entraron a su casa, lo golpearon y robaron.

El anciano indica que a las 2:00 p.m. cobró su pensión y se fue para el café La Feria, como lo hace siempre, y se puso a charlar con un grupo de amigos.

Allí pasó la tarde y a eso de las 7:30 p.m., se despidió y se dirigió a su casa, situada en el barrio Chamizo Alto, lugar que habita hace cerca de 30 años con un hijo.

Como era tarde y sentía hambre, se fue para la cocina y comenzó a preparar una sopa. De improviso sintió que alguien lo cogio por atrás de la cabeza, lo tiro al suelo y por cerca de diez minutos lo estuvo golpeando, mientras lo insultaba.

A pesar de que le pidió a su agresor que lo soltara, este lo seguía aporreando, por lo que recibió puños y patadas en la cabeza, en un ojo, en las piernas y en el hombro.

Quedo lleno de morados y sin un diente, ya que su agresor lo abofeteo, le metió a la fuerza unos trapos en la boca y, hasta, trató de amarrarlo.

Después de la golpiza y estando aún en el piso, al parecer uno de los dos agresores se fue para un cuarto, lo registró y le robó $ 1 millón 460 mil, el dinero de su pensión, que es de lo que vive.

En este momento estaba solo en la casa y su hijo estaba en el trabajo, sobre esto señaló: “se entraron por la parte de atrás del solar de la casa. De malas uno que lo atracan. Le pido a la Policía más vigilancia por este sector”.

Según precisó Gómez Londoño, desde hace cerca de tres meses, un sujeto, no sabe el si es el mismo de esta ocasión, entró con cuchillo en mano y mientras lo insultaba con expresiones soeces, le dijo que “lo iba a matar”. También expresó que el martes pasado los sujetos llevaban la cara tapada con trapos, llegaron sin armas y que no los reconoció.

El miércoles temprano bajó a la Fiscalía de Salamina, diligenció la denuncia y lo enviaron para donde el médico legista. Con tristeza concluye: “no tengo ningún conocimiento de quien pudo haber sido, ni por qué a mi”.