LA PATRIA | MANIZALES
Juan Carlos López y Luis Fernando Amaya, trabajadores de la empresa Colplas, en la Zona Industrial de Manizales, se salvaron ayer de morir. Por vaivenes del destino, a Amaya lo llamó un supervisor y cuando se desplazó hubo una explosión en el lugar de donde salió 10 minutos antes.
López estaba a solo dos metros de distancia de la máquina de tres pisos que se derrumbó en Colplas, por la onda explosiva que se produjo a las 5:30 de la mañana, al parecer, en un tubo de gas en Formapol, dependencia de la empresa Siteco. A Colplas y Formapol las separa solo un muro (ver infográfico).
“La explosión derribó tres muros, cayeron tejas, escombros y se fue la energía. El impacto nos tiró al piso. Vi cuando una teja le afectó la cara a mi compañero Víctor Manuel Espinal, mientras que Cristian Valencia tenía lesiones en el codo derecho y en la mano izquierda”, contó López.
En el momento en el que se presentó la emergencia, Carlos Andrés Gómez entraba a buscar unas herramientas. Su cuerpo quedó sepultado bajo los escombros y la enorme máquina, que pesa cinco toneladas. Para removerla se necesitó de hora y media, la ayuda de varias montacargas y el apoyo de los organismos de socorro. Luego hallaron a Gómez. Otros seis operarios resultaron heridos.
Los primeros en llegar fueron los bomberos de Maltería. A las labores se unieron el BYR, el GER y la Defensa Civil. Contaron que partes de una máquina se incrustaron en las paredes.
Según un empleado, al momento de la explosión laboraban 12 personas del turno de la noche. “¿Se imagina si eso hubiera pasado de día”, se preguntaba un operario en la entrada de la empresa, mientras esperaba el desenlace de los acontecimientos con el resto de sus compañeros.
El drama de la espera
Acompañada de otros familiares, en medio del llanto, Sandra Garssos esperaba en la portería de la empresa noticias sobre Carlos Andrés Gómez, su esposo, de 37 años. A las 7:30 de la mañana una funcionaria le informó que había muerto. Luego de tres años de labores en Colplas, los sueños del operario se apagaron. Sus dos hijos ya no lo verán llegar a casa.
Los peritos del CTI de la Fiscalía se alistaban para hacer la inspección técnica de su cadáver. Adentro había personal antiexplosivos. No se saben las causas del accidente. Hasta ayer se desconocía el valor de las pérdidas materiales.
Germán Olarte, gerente de Siteco, expresó que el accidente se presentó como un caso fortuito y que lo atendieron de inmediato las autoridades con apoyo del Plan de Emergencia de la empresa. Aseguró que la compañía está al frente de lo que se tenga que hacer para superar el episodio y que acompañan de manera especial a los afectados. Confía en que reiniciará pronto las labores productivas.
Carolina Llano Rodas, directora técnica de Colplas, afirmó que un comité técnico establecerá las causas de la explosión, que impidieron que siete empleados terminaran su turno y regresaran a sus casas a descansar.
El dato
En el grupo Siteco trabajan unos 200 empleados.
Los heridos
En la Clínica San Marcel: Luis Alberto Arango, de 45 años, con politraumatismo severo, trauma cerrado de tórax y abdomen, quemaduras de segundo grado entre el 20% y el 30% de la superficie corporal. Estable. Víctor Manuel Espinel, de 36 años, con trauma nasal. Estable. Gabriel Jaime Álvarez, de 43 años, con heridas en miembros superiores, trauma de tórax y de rodilla. Estable.
En SES Hospital de Caldas: Luis Enrique Villamil, que presenta herida en cráneo, quemaduras alrededor del 15% de la superficie corporal y fractura de su pierna izquierda. Estable.
Clínica de La Presentación: Johan Sebastián Salazar Ramírez, de 22 años, con laceraciones pequeñas en cuero cabelludo y antebrazo izquierdo. Dado de alta. Cristian Camilo Valencia Sánchez, de 22 años, sufrió trauma en mano izquierda y codo derecho. Estable.
*Información de Carlos Humberto Orozco, secretario de Salud de Manizales.
Carlos Andrés, el arquero
La víctima mortal del accidente era portero en los torneos de fútbol de veteranos en Neira y en Manizales. Jhon Fabio Galvis Bermúdez, compañero de equipo, lo recordó como un ser correcto, buen compañero, risueño. Además, acostumbraba ponerles apodos a sus amigos, con quienes era muy solidario.
“Al terminar los partidos en Neira siempre me daba las gracias por salvarlo de los goles y nos invitaba a comer chorizos”. Su velación será en la Funeraria Jardines de la Esperanza, de Manizales, cuando Medicina Legal entregue su cuerpo. Allí lo acompañarán sus amigos del equipo de fútbol, quienes, vestidos con camisas blancas, le rendirán un homenaje.
Cuatro datos
En Caldas
La Dirección Territorial del Trabajo en Caldas explicó que las obligaciones en seguridad laboral son de empleadores, trabajadores y Estado. Los primeros deben propender por la salud y seguridad del trabajador, lo que buscan a través de campañas con las administradoras de Riesgos Laborales.
El trabajador debe cumplir con las normas internas y el autocuidado y el Estado, a través del Ministerio, inspecciona, vigila y controla. A esta entidad solo le llegan las estadísticas de accidentes laborales mortales confirmados, reportados por los empleadores a las ARL. El Ministerio investiga si hubo injerencia del empleador.
El año pasado fueron 5; en el 2013, 11 y el 2012, 4.
Antecedente
El pasado 17 de febrero, Francisco Javier Montoya Taborda, de 38 años, y Carlos Sánchez Ocampo, de 28 años, fallecieron en una explosión en el molino La Esperanza 1, de la mina Las Cañas, de la vereda Echandía (Marmato).
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