Exparamilitar confesó homicidio en caso archivado

LA PATRIA | MANIZALES

Jorge Iván Correa, alias Morocho, exparamilitar del Cacique Pipintá, confesó que ordenó asesinar a Luis Gonzaga Vera López, en marzo del 2005. La Fiscalía archivó el caso, debido a que no existían suficientes pruebas para encontrar responsables.

Para la familia era un misterio la muerte de su ser querido. No le conocían problemas, solo que era un dedicado comerciante y que no se metía con nadie. Lo encontraron con un tiro en la cabeza en la vereda Gallinazo, de Villamaría.

El silencio reinó durante 13 años, cuando Correa, desde la cárcel Doña Juana, en donde paga una condena por dos homicidios con el fin de poder acogerse a la Jurisdicción Especial, contactó a la Fiscalía para confesar el crimen.

Según su relato, Vera López habría pertenecido a las Auc y tras abandonar sus filas se radicó en Manizales y se dedicó a extorsionar a nombre de la organización criminal. Los cabecillas del Cacique Pipintá habrían ordenado su asesinato.

En el Cacique Pipintá, Morocho sería el encargado de contactar a los sicarios e indicarles a quién asesinar. El hombre que acabó con la vida del comerciante murió en hechos que no se especificaron.

El exparamilitar llegó a un preacuerdo con la Fiscalía, sin embargo, el próximo 15 de agosto se sabrá si un juzgado acepta el trato. Existen dudas sobre si debería ser homicidio agravado o simple.

Sus crímenes

Contra Morocho existen procesos archivados y en etapa de indagación por dos homicidios y terrorismo en Bogotá, y por concierto para delinquir en Manizales. También le investigan por dos homicidios en las veredas Los Pindos y Los Cuervos, de Villamaría, en septiembre del 2005 y en marzo del 2006.

En septiembre del 2016 lo condenaron por homicidio agravado y porte ilegal de armas de fuego, a 16 años y 8 meses de prisión, al igual que a Diego Édicson Patiño, alias Máxima. El asesinato ocurrió en la vereda La Violeta, de Manizales, en octubre del 2005.

Recibió otra condena en el 2011, de 16 años y 8 meses, por un crimen perpetrado en septiembre del 2005, en la bocatoma de la Chec. En julio del 2017 también lo hallaron responsable por los homicidios de Carlos Eduardo Quiceno y Juan Carlos Serna Santana, todos en el municipio vecino.

Acumulación de penas

Una vez confiese todos sus delitos, estos se conmutarán en una sola condena. No quiere decir que se sumen las penas de prisión, sino que se acumularán.