LA PATRIA | BOGOTÁ
Un hecho inusal ocurrió el fin de semana en el sector de Santa Librada (Usme). Policía llegó hasta la Funeraria Inversiones y Planes de Paz, para llevarse el cuerpo del manzanareño José Solano Patiño Jiménez, de 57 años, quien ya estaba en sala de velación para su posterior entierro.
La razón de tan particular inspección técnica fue una solicitud del hijo mayor del occiso, quien insiste en que la muerte de su padre no se trató de un deceso natural, como se aseguró en primera instancia, sino que "probablemente se trate de un homicidio".
Para el muchacho, hay muchas inconsistencias en el relato de la pareja de José sobre lo ocurrido, así que exigió que al cuerpo se le practique una necropsia para descartar cualquier irregularidad y que, de ser necesario, si hay manos criminales detrás de la muerte, el responsable pague por lo sucedido.
Para los allegados de José Solano Patiño hay algo que no cuadra en la historia que contó a las autoridades la pareja de su ser querido.
El día en el que la mujer habría encontrado el cuerpo sin vida de José dentro de su casa, aseguró que falleció de un infarto. Ataque que supuestamente no dio tiempo para fuera llevado a algún centro asistencial.
Para los familiares del señor, quien era comerciante, esa versión no tiene sentido, pues aseguran que el señor nunca sufrió ninguna enfermedad. Anotaron que tenía golpes en el cuerpo.
*Información de Q'HUBO Bogotá
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