LA PATRIA | MANIZALES
¿Qué haría usted, padre de familia, si las directivas del colegio donde su descendiente estudia le informan que la Policía capturó a su hijo al sorprenderlo vendiendo droga?
Un caso así ocurrió esta semana en un colegio de Anserma. La Policía catalogó el procedimiento como poco habitual. A un menor, de 14 años, estudiante de primaria, lo aprehendieron en flagrancia cuando vendía estupefacientes en un salón. La información provino de los docentes, previa denuncia de otro alumno.
Los uniformados de Infancia y Adolescencia acudieron a la institución y le encontraron 14 gramos de cocaína al adolescente, empacados en una bolsa trasparente con cierre hermético. Le pedía $5 mil a otro estudiante de grado séptimo.
El Grupo de Prevención y Educación Ciudadana de la Policía Caldas entregó 10 recomendaciones para los padres, con el fin de evitar que sucedan situaciones similares.
1 Dar amor, afecto y apoyo incondicionales y permanentes.
2. Saber marcar y hacer respetar las normas y límites.
3. Fomentar la comunicación y la confianza.
4. Preparar para la vida, dar responsabilidades en función de las posibilidades de cada uno.
5. Favorecer la cohesión familiar.
6. Ser conscientes de la importancia de transmitir valores.
7. Disfrutar de la familia en el tiempo libre, con actividades positivas.
8. Participar activamente en el colegio y la comunidad.
9. Informarse sobre el potencial preventivo como padres y madres.
10. Saber actuar cuando exista un problema, buscando soluciones y no demorándolas.
De 7 a 12 años, el niño ya es consciente de que las drogas existen y es el mejor momento para iniciar acciones preventivas, explicó el Grupo de Prevención y Educación Ciudadana de la Policía Caldas.
"Un aspecto básico es el diálogo, pues están en una edad en la que no basta prohibir. como en la etapa anterior. Necesitan una explicación, un porqué a sus dudas. Además, es importante conocer los amigos con los que se rodea, ya que, junto con la familia y los medios de comunicación, son un punto clave en su formación. Los padres debemos hacerles entender que un amigo que ofrece drogas nunca será un buen amigo", manifestó.
Añadió que prevenir desde la familia supone transmitir valores y actitudes positivas, servir como ejemplo y modelo de salud, crear un clima afectivo de reconocimiento y aprobación, que favorezca la estabilidad emocional. Además, promocionar la autoestima de los hijos enseñándoles a valorar adecuadamente sus cualidades y a sentirse capaces de afrontar dificultades; definir y hacer respetar límites y normas que favorezcan el autocontrol.
Responsabilizarles de tareas, como parte del desarrollo madurativo; favorecer que los hijos sean menos dependientes de la aprobación de los demás y, por tanto, más autónomos.
"Comunicarnos con ellos y favorecer el intercambio de sentimientos, emociones y experiencias es vital. Ayudarles a desarrollar habilidades sociales que les faciliten la integración social adecuada, identificar sus gustos, aficiones y compartirlas con ellos".
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