El Diablo, asesinado en Chinchiná, tenía amenazas

LA PATRIA | MANIZALES

Un ambiente de nostalgia y dolor se vivió en la casa de Gustavo Muñoz Martínez, conocido como el Diablo, asesinado en la tarde del pasado jueves en la calle 8 de Chinchiná, salida hacia Santa Rosa de Cabal (Risaralda).
Su esposa, Alba Correa, y uno de sus tres hijos, sentados en la sala de la vivienda esperaban la llamada de Medicina Legal que les anunciara la entrega del cuerpo. Entre lágrimas expresaban que él era un hombre bueno, que tenía muchos amigos y que, por eso, no entienden el motivo de su asesinato.
Muñoz Martínez tenía 48 años y trabajaba como administrador del bar España, ubicado en La Galería del municipio y al parecer tenía amenazas. 

Presuntas amenazas
Su hijo Jhon Edward Muñoz, aunque no vivía con él, recuerda que cuando llegaba de visita siempre lo trataba muy bien, "era bueno para ayudarle a los demás y un buen papá". Su esposa dice que era un excelente esposo, responsable y trabajador.
Según relató su esposa a Muñoz Martínez un hombre lo había amenazado por una deuda en diciembre del año pasado, pero después los veía conversando normalmente, por lo que cree que el problema ya estaba solucionado.
El comandante del Distrito de Chinchiná, coronel José Óscar Jaramillo, explicó que hay una hipótesis sobre ajustes de cuentas o venganza, pero aún recogen información e investigan la vida privada de la víctima.

Los hechos
El hombre conocido como el Diablo salió el jueves de su casa, ubicada en el barrio San Fernando, a una cuadra de donde lo asesinaron. Le dijo a su esposa que haría una vuelta y regresaría a almorzar.
Pasaron pocos minutos y Alba Correa escuchó varios disparos.
Salió poco después y cuando le faltaba media cuadra para llegar al lugar en el que estaba el muerto, un niño le dijo que era su esposo, quien recibió tres disparos en la cabeza.
"Lo vi, pero ya no había nada qué hacer, se murió ahí mismo", expresó Alba. Según testigos, el agresor después de cometer el homicidio, corrió por una calle del barrio Minuto de Dios.