Andrés Felipe Rangel Montoya espera que le definan la fecha para que le digan cuántos años deberá pagar de cárcel por el asesinato de Juan Camilo Ramírez Osorio. Esta semana un juez lo declaró culpable de homicidio, por hechos ocurridos en Villamaría el 2 de febrero de 2013.

Lo curioso es que a pesar de que el hoy condenado estaba tras las rejas mientras se le adelantaba el proceso judicial, ahora el juez primero penal lo dejó en libertad, mientras le dictan sentencia condenatoria. Eso sí, debió pagar una fianza de un salario mínimo.

Testimonios

Para tomar la decisión, el juez escuchó los testimonios de los seis testigos presentados por la defensa de Rangel Montoya, que no aceptó el delito de homicidio, pues su abogado alegó y demostró que su cliente actuó en legítima defensa.

Quienes contaron sus versiones de lo ocurrido esa madrugada señalaron que la pelea entre el condenado y el finado ocurrió a las 2:00 de la mañana, entre las carreras 5 y 6, al frente del Supermercado Olímpica de Villamaría.

Indicaron que Ramírez Osorio y unos amigos pasaban por allí cuando se toparon con una pareja que peleaba. Era Andrés Felipe y Ana F., mujer que al parecer pidió auxilio al grupo de muchachos.

El sitio, en cuestión de segundos, se llenó de hombres vestidos de negro. Eran los amigos de Juan Camilo, pelados amantes de la música pesada y que acostumbraban a reunirse en el pueblo. Tras varias agresiones verbales entre el grupo de jóvenes y Andrés Felipe, Ramírez Osorio acompañó a Ana F. hasta una esquina y la dejó ahí. Luego se devolvió con un palo a agredir a Rangel Montoya.

El joven estaba acorralado por los tipos de negro, a los que se les sumó Juan Camilo. Andrés Felipe, por defenderse, sacó un cuchillo y chuzó a la víctima en el cuello.

Actuó en defensa

Después de controvertir todos estos testimonios, al final juez aceptó que Andrés Felipe fue quien causó la muerte a Juan Camilo, pero que actuó con ira e intenso dolor. Esta decisión la recibió la familia del muerto con inconformismo, por lo que salieron del estrado judicial gritando que "la justicia colombiana no servía para nada".