LA PATRIA | MANIZALES
En menos de 24 horas asesinaron a dos personas en Riosucio el lunes, en hechos aislados. La primera víctima fue Sergio Andrés Ladino Vinasco, de 33 años. A la otra la mataron en la noche, dentro de una casa. Se trata de Gerardo de Jesús Vargas Cruz, ultimado en la vereda El Jordán. Las autoridades investigan ambos casos.
A Gerardo de Jesús Vargas Cruz, de 80 años, lo asesinó un hermano, de 44. Los hechos ocurrieron a las 7:50 de la noche del lunes, en la vereda El Jordán, vía Riosucio-Bonafont.
Según vecinos del lugar, a Vargas Cruz lo mataron con arma blanca mientras estaba acostado en su cama. El agresor, no contento con eso, atacó a otro hermano, José Gonzalo, quien quedó herido. Los Bomberos lo llevaron al hospital. El homicida huyó y las autoridades investigan para saber qué pasó realmente. Al parecer, sería un asunto personal por una herencia o por la venta de una finca.
Sobre este caso, la Policía manifestó que todo ocurrió en una finca y que los dos hermanos discutieron por situaciones familiares. El homicida se entregó.
De Sergio Andrés Ladino Vinasco, de 33 años, recordarán siempre en Riosucio su sentido del humor. Le gustaba hacer reír a las personas hasta en los momentos más difíciles. Chechito, como lo llamaban sus amigos, fue asesinado el lunes en su natal municipio, de un disparo de bala en la cabeza.
Por este crimen, las autoridades reportaron la captura de un sujeto, de 44 años, que sería el responsable del hecho. Lo detuvieron en el sector del Alto San Juan, vía Tumbabarreto-Sipirra, zona rural de Riosucio. El hombre tenía una herida en la mano izquierda. Le hallaron un arma de fuego 9 milímetros, con dos proveedores y una vainilla percutida. Testigos lo señalaron de ser quien minutos antes le disparó a Ladino Vinasco. El detenido quedó a disposición de la Fiscalía de ese municipio.
Los testigos indicaron que varias personas departían en el Alto San Juan, cuando un exmilitar conocido como Vera empezó a hacer disparos. Al parecer, Chechito le dijo que le dejara hacer un tiro y Vera lo impactó, según un familiar del fallecido.
La Policía explicó que dos personas, entre ellas la víctima se fueron para la vereda a consumir licor. Allí se encuentran con el supuesto homicida, que al amanecer del lunes indica que hará disparos al aire. Uno de los tiros termina con la vida del conductor de motocarro. El agresor discutió con la Policía, lo llevaron a la estación y al mediodía que despertó indicó que no sabía lo que había hecho.
La víctima manejaba un motocarro, lo distinguían como muy servicial. Tenía dos hijos. Verito Rendón lamentó la muerte de Chechito. Dijo que lo extrañará porque la hacía reía en medio de las tristezas. "Quién me va a enseñar a seguir adelante a pesar de los problemas y fracasos. Fue un amigo incondicional".
Juan David Posada lo recordó como alguien muy alegre, que le gustaba tomar, hacer sonreír a la gente, que compraba casas sin pagarlas y que los defendía a todos, de todo. Chechito estudió en el Instituto Cultural. Las exequias se desarrollaron ayer en el templo de San Sebastián.
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