Dolor en la vereda Llanitos, de Villamaría, por el crimen de José Rogelio

LA PATRIA | MANIZALES
 

Eran las 7:05 de la mañana del pasado domingo, y Óscar Nicolás, un joven especial, salió de la Finca El Castillo, ubicada en la vereda Bajo Castillo, de Villamaría, Avanzó unos 20 metros en dirección a Llanitos. Al mirar hacia un peñasco, al costado derecho de la vía, se encontró con un cuerpo sin vida.

De inmediato, avisó a Jesús Osorio Giraldo, su padre, quien a su vez alertó a la Policía, que llegó al lugar a las 9:30 de la mañana, mientras a medio día aparecieron los agentes del CTI de la Fiscalía para hacer la inspección técnica del cadáver de José Rogelio Marín Rendón, 22 años, a quien encontraron degollado. Además, tenía una ceja abierta, al parecer, producto de un golpe con la cacha de un arma de fuego, narró Osorio Giraldo.

A la víctima, al parecer, la mataron el sábado en la noche en esa vía solitaria, destapada y sin iluminación, en la que nadie de la zona vio, ni escuchó nada. Mientras que su cuerpo apareció en la parte superior del precipicio, la moto en la que se movilizaba, una Yamaha 80, blanca, estaba unos metros más abajo. Los agentes debieron usar lazos para sacarlos a ambos.

Según sus familiares, José Rogelio llevaba siete meses laborando en una finca de la vereda Llanitos, de Villamaría, en oficios varios y construcción. De allí salió el sábado a las 4:00 de la tarde y le dijo a Ana María Giraldo, su compañera sentimental, que iba a cobrar su sueldo a Manizales. De ahí no volvió a saber de él hasta el domingo a mediodía, cuando le contaron el trágico desenlace del amor de su vida.

Servicial

Su hermano, Julián Andrés, lo describió como un ser alegre, social, servicial, noble y trabajador. Mientras que su compañera aseguró que “fue buen padre y esposo, amigo de todos en la vereda Llanitos”.

Para las autoridades y para la familia de la víctima es un misterio la causa de su asesinato ya que, según el coronel Javier Sierra, subcomandante de la Policía Metropolitana de Manizales, no contaba con antecedentes penales. Para sus parientes, no tenía enemigos, ni le conocieron amenazas.

Metas

Su mayor meta fue conseguir recursos para montar un negocio propio y sacar adelante a su familia. Hace 13 meses convivía con su pareja y fruto de esa unión quedó una bebé, de apenas tres meses de nacida.

Su velación fue ayer, en la Funeraria La Aurora, de Villamaría, donde sus familiares estaban inconsolables, a tal punto que una de sus dos hermanas se desmayó. El entierro se realizará hoy, a las 11:00 de la mañana, en el Cementerio de Villamaría.

Otra muerte

Anoche, al cierre de esta edición, se reportó otro homicidio en Manizales, esta vez en el barrio San José. La víctima, al parecer, fue un hombre que intentó atracar con arma blanca a un escolta. Este último, dijeron las autoridades, sacó el arma y asesinó al presunto ladrón.