Condenado por dispararle a un amigo de la niñez en Manzanares

LA PATRIA | MANIZALES

11 años y 10 meses de prisión le dieron de condena a Rubén Darío Flórez Aguirre. El Tribunal Superior de Manizales ordenó su captura por los delitos de porte ilegal de armas de fuego y tentativa de homicidio.

Este manzanareño enfrentaba un proceso por ambas situaciones. En primero instancia, el 17 de marzo del 2016, lo declararon inocente, pero en la segunda, el Tribunal halló méritos suficientes para sentenciarlo. Ordenó su captura.

Los hechos ocurrieron el 10 de febrero del 2015, cuando Óscar Mauricio Quintero Marulanda salía de su casa, con rumbo al trabajo, a las 5:30 de la mañana. Cuando se iba a subir a una moto, se le acercó un sujeto con ruana y sombrero, sacó un arma de fuego, le disparó en varias ocasiones y lo impactó en dos.

Lo llevaron malherido al hospital local y allí les dijo a los uniformados que pudo reconocer a su agresor. Señaló a Flórez Aguirre, habitante del sector de los Tanques Viejos, de Manzanares.

Indicó, además, que quien lo mandó matar fue otro hombre, por problemas sentimentales y que era la segunda vez que atentaban contra su vida. En la primera, en noviembre del 2013, le dieron 10 puñaladas.

Al detenido lo llevaron a audiencia y no aceptó cargos. Luego del juicio lo absolvieron. El juez tuvo dudas sobre la responsabilidad del señalado. La Fiscalía apeló y explicó que las pruebas eran contundentes, especialmente el reconocimiento que hizo la víctima de su agresor.

"Lo vio por unos 10 o 15 segundos. Lo conoce desde la niñez, cuando jugaron bolas (canicas). Estaba seguro de quién era su atacante. Además, hay muchas inconsistencias en las declaraciones de los testigos de la defensa", argumentó.

El Tribunal apoyó el planteamiento del ente acusador, pues el juez incurrió en yerros valorativos y la prueba resulta suficiente para derrumbar la presunción de inocencia.

"La víctima fue clara y enfática en narrar con amplitud de detalles las circunstancias que precedieron el mortal ataque y por ello no dudó en incriminar a Rubén Darío Flórez Aguirre. Ese testimonio es incuestionable y de alto valor probatorio".

Adicional a eso, la Sala expresó que duda de los testimonios de dos de los testigos de la defensa, pues en la entrevista dijeron una cosa y en juicio otra.