LA PATRIA | MANIZALES

Alba Marina Posada Guevara, jefe de Control Interno del Hospital Santa Sofía, de Manizales, fue condenada a 10 años de prisión domiciliaria, por falso testimonio, fraude procesal y ocultamiento de documento público, por el Juzgado Segundo Penal del Circuito de esta capital. Sin embargo, por ser madre cabeza de familia, le dieron permiso para trabajar de lunes a viernes en el cargo actual.

Para la época de los hechos, 2009, laboraba en Control Interno de la Gobernación de Caldas. La víctima, María Shirley Moreno Agudelo, empleada de esa dependencia, fue denunciada por Posada Guevara ante la Unidad de Control Disciplinario el 25 de marzo de ese año.

Aseguró que Moreno Agudelo incumplía sus funciones al no presentar el informe de contratación del 2008, que debía enviarse a la Contraloría Departamental. Para ello puso como testigos a Gloria María Giraldo y Ciro Ernesto Coronado. Posteriormente, el 28 de diciembre, la sancionaron con amonestación escrita en su hoja de vida.

Revisadas las carpetas, no se hallaron documentos y luego se estableció que la hoy condenada los ocultó. Además, en versión ante la Fiscalía, el 16 de enero del año pasado, los dos supuestos testigos aseguraron que Posada Guevara los obligó a declarar en contra de la víctima, aprovechando que era su jefe.

El dato

La condenada, contadora pública de 48 años, tiene dos hijos y puede laborar, de lunes a viernes, de 7:30 de la mañana a 6:30 de la noche.