LA PATRIA | MANIZALES
Paula Andrea Sánchez salió el miércoles de la semana pasada, a las 7:30 de la mañana, del barrio Las Colinas con dirección a su trabajo en Villamaría. Cuando descendió a coger el bus en la carretera Panamericana, dos mujeres en una moto la abordaron y luego de gritarle "ahí le mandaron", le lanzaron un líquido y huyeron.
Ella alcanzó a girar para evitar que le cayera toda la sustancia, corrió hacia su vivienda, se empezó a secar con ayuda de su madre y llamó a la Policía. Cuando los agentes llegaron, la trasladaron a la Clínica Versalles, en donde la bañaron, pero empezó a sentir que el cuerpo le ardía.
Pasaba el tiempo y empezó a ver las marcas en la pierna y el seno izquierdos, y cerca del ojo derecho. Tuvo quemaduras de segundo grado e inicialmente recibió una incapacidad de ocho días. Sin embargo, todavía se aprecian las marcas que le dejó el ataque.
Sospechas
Posteriormente denunció a su exnovio, un hombre de 33 años, maestro de obra y con quien convivió durante dos años. Ella aseguró que desde enero él empezó a convivir con otra mujer, pero no dejó de buscarla.
"Todo indica que son mi expareja y su actual compañera. Viven acechándome, molestándome. Desde que me separé he tenido que demandar y pedir medidas de protección. Qué casualidad que resulte quemada ahora", sostuvo Paula Andrea.
Como muestra de eso enseñó fotografías de los mensajes que él le envía, donde se evidencia que no la dejó de buscar y que la acosa para que vuelvan. La actual pareja del hombre también hace parte de esos ataques por celular.
El sábado pasado se vieron en la Fiscalía. Él negó los hechos y en respuesta aseguró que contrademandaría. Paula explicó que desde que ocurrió eso, tampoco dejó de buscarla.
Aunque la víctima resaltó la labor de la Policía para protegerla y acompañarla durante este proceso, aseguró que ya había puesto una caución contra sus acosadores. Pero esto, al parecer, no tuvo el efecto deseado.
"Me siento bendecida porque no fue en la cara, he visto personas que han vivido cosas peores", puntualizó Paula.
Ley contra agresores
Según la Ley 1639 de 2013, "una persona que agreda a sus víctimas con estas sustancias deberá pagar una condena entre 6 y 10 años. Si el ataque con ácido es contra el rostro y cuello, la pena mínima será de 8 años y, la máxima, de 15".
Esta ley también contempla que el Estado debe asumir los gastos en los tratamientos médicos y psicológicos, así como de las intervenciones quirúrgicas que requieran las víctimas.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015