Con cámaras espantarán a ladrones del cementerio San Esteban de Manizales

LA PATRIA | MANIZALES

Ante los constantes robos de lápidas y mármol, consumo de estupefacientes y hurtos a los visitantes del Cementerio San Esteban, las autoridades eclesiásticas de Manizales y la Policía Metropolitana pusieron en marcha un sistema de seguridad para evitar que se presenten estos delitos adentro y en los alrededores del recinto.
El camposanto cuenta con un circuito de 18 cámaras de seguridad repartidas en distintos espacios, para monitorear el interior del sitio, especialmente en los lugares más apartados y oscuros, y tendrán alcance en las calles aledañas, con lo que buscan reaccionar ante una posible invasión.
El sacerdote Horacio Gómez, administrador de San Esteban, sostuvo que con este sistema quieren protegerlo de quienes roban las lápidas y el mármol, que después venden, y destacó que buscan proteger las obras de arte y monumentos que solamente se pueden apreciar en este sitio y en algunos cementerios italianos.
Las cámaras, que funcionarán durante todo el día, contarán con el apoyo de las autoridades locales, para evitar que tanto en el Cementerio como en sus alrededores se presenten hurtos a quienes transitan por este sector.
En la Policía Metropolitana aseguran que este sector es  importante porque por allí transitan muchos ciudadanos y, por ese motivo, patrullas motorizadas del cuadrante de la zona hacen recorridos periódicos.

El miedo reina en los cementerios de Cali
Los cementerios de Cali también han sufrido los embates de las manos criminales, y los casos son mucho más graves que en otros lugares, pues los actos delincuenciales van desde la profanación de tumbas hasta los asesinatos dentro de estos sitios, como ocurrió en noviembre del 2009, cuando un grupo de sicarios mató a seis personas durante el sepelio de un hombre en el Cementerio Central.
Como respuesta a la situación, las autoridades caleñas aumentaron el pie de fuerza y vigilan los entierros de las personas que murieron de manera violenta, además crearon una unidad de reacción inmediata, y se estudia la propuesta de instalar cámaras de seguridad y dotar de radioteléfonos a los empleados de esos sitios.