Balas perdidas, peligro al aire

LA PATRIA | MANIZALES

Jhoan David Rodríguez, un niño de dos años, murió a causa de una bala perdida en Chinchiná, en agosto. El día de su homicidio, un sujeto le disparó en tres oportunidades a otro hombre. Uno de esos proyectiles impactó en la cabeza del menor y falleció. El objetivo del ataque también murió.

Aunque este fue un hecho violento, es en la época decembrina que las balas perdidas vuelven a cobrar protagonismo, cuando los propietarios de las armas de fuego prefieren festejar la llegada del año nuevo haciendo tiros al aire, sin pensar que otras personas pueden ser víctimas mortales.

Por esa razón, la Policía Nacional invitó a evitar jugar con sus armas de fuego. En Caldas identificaron los calibres 38 y 9 milímetros como las que más portan.

Así mismo, cabe recordar que hacer disparos al aire sin causa alguna y teniendo permiso de porte puede acarrear una pena de cárcel de entre uno y cinco años, y una inhabilidad de 20 años para el uso de alguno de estos elementos, y sumado a esto, si hay una persona herida o muerta, la sentencia aumenta.

Peligrosa velocidad

Una bala de calibre 38 puede alcanzar una velocidad de 230 a 260 metros por segundo, es decir, 900 kilómetros por hora. Mientras que la 9 milímetros alcanza de 320 a 360 metros por segundo, a 1200 kilómetros por hora.

En un ángulo de 45 grados, el proyectil puede llegar a viajar entre 400 y 500 metros, si el disparo es vertical, o sea 90 grados, este puede alcanzar 1500 metros, aunque la resistencia del aire es un factor determinante en la aceleración y el trayecto recorrido.

En el 2013, 95 personas fueron víctimas de las balas perdidas en Colombia.

Cualquier arma es peligrosa

No solamente las armas industriales representan un peligro latente para los ciudadanos, pues contienen un estriado en su interior que hace que aumente la velocidad con la que sale la bala. Las armas hechizas que son artesanales no cuentan con este diseño, sin embargo, son tan peligrosas como una original.